China reúne a Kim Jong Un y Putin en desfile militar en Beijing
Kim Jong Un asistirá por primera vez a un evento multilateral. El líder norcoreano se reunirá con Xi Jinping y Vladimir Putin la próxima semana. El acto conmemora el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Un encuentro con alto valor simbólico
La asistencia de Kim Jong Un, invitado por Xi Jinping, es una victoria diplomática clave para el presidente de China. El evento pondrá el foco sobre la alianza tripartita entre Beijing, Moscú y Pyongyang frente al impulso de Estados Unidos para reforzar sus lazos con Corea del Sur y Japón. “Mantener, consolidar y desarrollar la tradicional amistad entre China y la RPDC es una posición firme del Partido Comunista de China”, afirmó el viceministro Hong Lei.
Un paso para Corea del Norte
Para Kim Jong Un, este acto supone su primera participación en un evento multilateral con líderes internacionales desde que asumió el poder. Un analista apuntó que “Kim pretende formar una alianza con países del Sur Global mientras demuestra que es el líder de un país normal”. Su asistencia se produce en un contexto de creciente cooperación con Rusia, que le ayuda a soportar el peso de las sanciones.
Repercusión para el ciudadano
Este acercamiento entre potencias confrontadas con EE.UU. podría reconfigurar alianzas globales, afectando la estabilidad geopolítica y las dinámicas de seguridad internacional que impactan en la economía global.
Antecedentes de confrontación
China, Corea del Norte y Rusia están inmersas en confrontaciones separadas con Estados Unidos. Corea del Norte ha estado suministrando tropas y municiones a Rusia para la guerra en Ucrania a cambio de asistencia económica y militar. China, por su parte, es el mayor comprador de petróleo ruso y el principal socio comercial de Pyongyang, aunque su relación se ha visto afectada en los últimos años.
Un nuevo escenario global se vislumbra
La reunión de estos tres líderes cimenta una declaración visible sobre su alineación frente a la cooperación reforzada entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. El alcance futuro de esta alianza y su impacto en el equilibrio de poder global dependerá de los desarrollos diplomáticos posteriores al evento.