Dinamarca exige explicaciones a EEUU por presunta injerencia en Groenlandia
El Ministro de Asuntos Exteriores danés calificó cualquier intento de interferencia como inaceptable. La controversia surge de las alegaciones de que ciudadanos estadounidenses intentaron influir en el movimiento independentista groenlandés. El gobierno de los EEUU se reunió con las autoridades danesas pero se negó a comentar sobre «ciudadanos privados».
Una crisis diplomática en el Ártico
Dinamarca ha demandado respuestas a Washington tras las afirmaciones de que estadounidenses vinculados a Donald Trump intentaron inclinar a Groenlandia hacia la independencia. El Ministro de Asuntos Exteriores danés, Lars Løkke Rasmussen, convocó al encargado de negocios de los EEUU, Mark Stroh, en Copenhague. Los EEUU confirmaron la reunión pero se negaron a comentar sobre «ciudadanos privados».
La importancia estratégica de Groenlandia
Groenlandia es un territorio autónomo de Dinamarca con 56.000 habitantes. Recibe una subvención danesa de alrededor de 4.000 millones de coronas—más de 500 millones de dólares—anuales. Es rica en minerales, se asienta sobre vitales rutas de navegación en el Ártico y alberga la Base Espacial Pituffik, de la que depende el ejército de los EEUU para la alerta de misiles y la vigilancia espacial.
Antecedentes de tensión
Este no es el primer momento de tensión. En marzo de 2025, Trump declaró al Congreso que los EEUU adquirirían Groenlandia «de una forma u otra» y luego no descartó el uso de la fuerza. Estas declaraciones revivieron el recuerdo de su oferta de comprar la isla en 2019, que Dinamarca rechazó rotundamente.
El debate interno y las advertencias de inteligencia
Groenlandia debate su futuro. En las elecciones de este año, el partido Demokraatit se convirtió en el más grande del parlamento. Apoya la independencia pero quiere un proceso gradual ligado a la estabilidad económica. Mientras, la inteligencia danesa advierte que campañas de influencia extranjera tienen como objetivo Groenlandia para agitar divisiones con Copenhague.
Una lucha por la influencia global
El trasfondo es la lucha por el control del Ártico. Groenlandia ofrece recursos, rutas comerciales y posiciones militares que importan en un mundo que compite por seguridad y energía. Para Dinamarca, el problema es la soberanía. Para Washington, es el alcance estratégico. Para los groenlandeses, se trata de decidir su propio futuro sin manipulaciones externas.
Un futuro por decidir
El episodio trasciende la disputa diplomática inmediata y subraya la creciente competencia geopolítica en una región de alto valor estratégico. El resultado de este pulso afectará directamente la soberanía de Dinamarca, la estrategia de los EEUU y, sobre todo, el derecho de los groenlandeses a determinar autónomamente su destino político y económico.