Estados Unidos crece un 3,3% en el segundo trimestre de 2025
El crecimiento anualizado de la economía estadounidense se sitúa muy por delante de otras economías occidentales. El Departamento de Comercio de EE.UU. confirmó el dato, que revierte una contracción del 0,5% del primer trimestre. El gasto de los hogares y la reducción del déficit comercial impulsan el resultado.
El motor estadounidense se reactiva
La economía de Estados Unidos creció a un ritmo anualizado del 3,3% en el segundo trimestre. Este repunte sitúa al país muy por delante de otras grandes economías occidentales, donde el crecimiento sigue siendo débil. El gasto de los hogares subió un 1,6% y una caída de casi el 30% en las importaciones redujo el déficit comercial, lo que impulsó el PIB general. Los beneficios corporativos también se recuperaron, con una subida del 2%.
Un mercado laboral resistente
El mercado laboral se mantiene sólido, con las solicitudes de subsidio por desempleo cayendo a 229.000. Los empleadores retienen a su personal incluso cuando la contratación se ralentiza, con una media de creación de empleo mensual de 35.000 desde mayo.
El contraste con el resto del mundo
Europa continúa con dificultades: las ventas de automóviles en Alemania subieron sólo ligeramente, mientras que Francia e Italia registraron descensos. La confianza del consumidor ha retrocedido y Suiza reportó un crecimiento del PIB de sólo el 0,1%. Japón se enfrenta a una inflación más suave y a un gasto minorista más lento. El déficit por cuenta corriente de Canadá se amplió, reflejando presiones comerciales.
Un panorama económico global divergente
El conjunto de estas comparaciones destaca a EE.UU. como la excepción clara entre las economías avanzadas. Mientras Europa y Japón se estancan y Canadá y Australia muestran resultados modestos, la combinación estadounidense de fuerte demanda del consumidor, una balanza comercial más sana y beneficios en recuperación la marca como la destacada.
EE.UU. como locomotora en un mundo en desaceleración
Para las empresas y los inversores, el mensaje es claro: el crecimiento de EE.UU. se está distanciando del de sus homólogos. El país sigue siendo el motor de la economía mundial desarrollada, incluso cuando las empresas actúan con cautela ante nuevas inversiones.