Cinco de cada diez adultos mayores en Bolivia continúan trabajando
La mitad de la población mayor de 60 años permanece laboralmente activa. La mayoría lo hace por cuenta propia en condiciones precarias. El maltrato y la discriminación son las vulneraciones más denunciadas ante la Defensoría del Pueblo.
Una vejez sin descanso
En Bolivia, cinco de cada diez personas mayores de 60 años siguen trabajando durante su vejez. Según un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), basado en la Encuesta de Hogares 2021, se estima que en el país viven alrededor de 1,3 millones de personas en este rango etario. Más de la mitad de los que laboran lo hacen por cuenta propia, exponiéndose a jornadas extensas y condiciones precarias.
El perfil del adulto mayor trabajador
La categoría laboral más frecuente es el autoempleo, que concentra a tres de cada cinco adultos mayores que trabajan. Cerca del 15% participa en negocios familiares sin percibir remuneración, mientras que alrededor del 13% se desempeña como obreros o empleados.
Vulneraciones y carga económica
La Defensoría del Pueblo registró, entre 2024 y mayo de 2025, 1.152 casos vinculados con maltrato familiar, institucional o social. Le siguen las limitaciones al derecho al voto (149 denuncias) y la discriminación (125 registros). Además, la salud representa una carga económica significativa: las familias con adultos mayores gastan más del doble en salud (3,7% de su gasto) que los hogares sin ellos (1,8%).
Un contexto de envejecimiento y precariedad
El 22,3% de los hogares bolivianos tiene al menos un adulto mayor. Pese a que muchos reciben ingresos por jubilación o bonos estatales, una gran parte se ve obligada a seguir trabajando para cubrir sus gastos básicos, ya que estos ingresos resultan insuficientes.
Garantizar una vejez digna
La situación descrita plantea el desafío de garantizar protección y cuidados adecuados para la población adulta mayor, asegurando sus derechos y una vejez libre de discriminación, tal como gestiona la Defensoría del Pueblo.