Administración Trump cambia subsidios por activos en estrategia industrial
El gobierno obtiene participaciones accionarias y flujos de ingresos a cambio de apoyos federales. Esta nueva política busca beneficiar directamente a los contribuyentes y reducir la deuda gubernamental, aplicándose a empresas tecnológicas y financieras.
Un nuevo modelo de apoyo estatal
La administración del Presidente Donald Trump está reconfigurando el apoyo federal a industrias principales. En lugar de otorgar subsidios o préstamos, su administración ahora asegura activos o flujos de ingresos que benefician directamente a los contribuyentes. Este método crea activos duraderos en lugar de nueva deuda gubernamental, según el Secretario del Tesoro Scott Bassett.
El caso de Intel y los chips
El ejemplo más claro es Intel. El gobierno obtuvo una participación accionaria del 10%—aproximadamente 433 millones de acciones—después de que la empresa recibiera miles de millones en apoyo federal bajo la Ley CHIPS y de Ciencia. Los funcionarios valoran la participación en cerca de 11.000 millones de dólares.
Acuerdos con Nvidia y AMD
Otra medida importante involucra a Nvidia y AMD. La administración autorizó a las dos empresas a reanudar exportaciones limitadas de chips a China. A cambio, las empresas deben canalizar el 15 por ciento de los ingresos relacionados al Tesoro de los Estados Unidos.
Origen de una estrategia renovada
Detrás de estas decisiones hay un cambio más amplio en la estrategia industrial de los Estados Unidos. Durante la COVID-19, los responsables políticos vieron cómo el país dependía de proveedores extranjeros: alrededor del 90% de los semiconductores avanzados se fabrican en Taiwán. Trump y su equipo económico argumentan que vulnerabilidades de esta escala se asemejan a las crisis del petróleo de los años setenta.
Más allá de la tecnología
La política se extiende más allá de la tecnología. Hay planes en marcha para una oferta pública inicial de 30.000 millones de dólares de Fannie Mae y Freddie Mac. La administración pretende vender una participación del 3 al 6 por ciento, dando a los contribuyentes tanto protección de los costos hipotecarios como participación en el valor corporativo.
Un giro en la lógica del rescate
La historia detrás de estos movimientos es sencilla. Durante décadas, los rescates estadounidenses a menudo cargaban al público con deuda mientras las empresas privadas obtenían los beneficios. El enfoque de Trump cambia esa lógica: el apoyo gubernamental debe generar riqueza, no obligaciones.
Un experimento de alcance global
Estados Unidos está probando un nuevo modelo de participación estatal en los negocios, uno donde los subsidios se convierten en participaciones y las industrias estratégicas sirven tanto a la resiliencia nacional como al retorno público. El significado para los observadores internacionales es claro.