Ejército israelí afirma que halló cámara de Hamas en hospital bombardeado
Israel alega que el dispositivo servía para observar tropas y dirigir ataques terroristas. El comunicado militar no aportó evidencias para respaldar estas afirmaciones. El ataque doble contra el Hospital Nasser en Gaza resultó en 20 fallecidos, incluidos cinco periodistas.
Una investigación inicial con graves acusaciones
El Ejército israelí publicó una primera investigación sobre el ataque del lunes en Jan Yunis. Alegó que las tropas de la Brigada Golani habían identificado «una cámara colocada por Hamas» en la zona del Hospital Nasser. Según su comunicado, este dispositivo «se utilizaba para observar la actividad de las tropas y dirigir actividades terroristas contra ellas». No se ofreció ninguna prueba de estas acusaciones.
Las víctimas y las controvertidas justificaciones
Entre los 20 fallecidos se encontraba el camarógrafo Hussam al Masri, un contratista de la agencia Reuters. El jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, afirmó que seis de los muertos eran milicianos de Hamas o de la Yihad, de nuevo sin ofrecer ninguna prueba al respecto. El portavoz castrense consultado no pudo aclarar si acusaban al camarógrafo de pertenecer a los islamistas.
Una técnica de ataque cuestionada
El bombardeo se ejecutó en dos fases, una técnica conocida como ‘doble golpe’. Este método es ilegal según el derecho internacional, ya que busca causar víctimas entre el personal civil y de rescate que acude a socorrer a las víctimas del primer ataque.
Un conflicto con narrativas en pugna
El incidente se enmarca en la operación militar israelí en la Franja de Gaza para, según sus declaraciones, desmantelar la infraestructura terrorista de Hamas. Este grupo controla el territorio y es considerado una organización terrorista por Israel y otros países.
La sombra de la duda sobre la justificación
La eficacia de la investigación inicial del Ejército israelí para justificar el ataque queda supeditada a la provisión de pruebas concretas, que hasta el momento no ha presentado. El hecho de que Zamir pidiera examinar en mayor profundidad la autorización del ataque sugiere que el proceso interno de toma de decisiones está bajo escrutinio.