Surtidores de La Paz limitan venta de diésel con cupos diarios
La estación El Volcán establece un cupo de 70 a 80 fichas diarias para aparentar normalidad y eliminar las largas filas. La medida se implementa en un contexto de desabastecimiento de combustible denunciado previamente.
Una estrategia para ocultar la crisis
Como una estrategia para hacer desaparecer la fila de vehículos, la estación de servicio El Volcán de la ciudad de La Paz limitó la venta del diésel. El diputado de Comunidad Ciudadana (CC) Alejandro Reyes sostuvo que es para aparentar una cierta normalidad. «Estamos viendo en su máximo esplendor la corrupción y el mal manejo de la política pública», declaró Reyes a la ANF.
El nuevo procedimiento
Conductores de camiones y flotas se organizaron para obtener una ficha y poder cargar diésel; tenían las manos enumeradas. La usuaria Elvira informó que la metodología es hacer una lista para que después de mediodía se repartan las fichas. «Tenemos números marcados en las manos. Para obtener la ficha vamos a estar desde medio día», puntualizó.
Requisitos y repercusión
La estación de servicio exige una serie de requisitos para el carguío de diésel, específicamente: Fotocopia del RUAT, fotografía del vehículo y fotografía de la etiqueta B-SISA. El dirigente del transporte pesado Pedro Quispe sostuvo que no es el único surtidor que limitó la venta de combustible, varias estaciones de servicio también optaron por esa metodología.
Un problema de larga data
El diputado Reyes indicó que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) intentaron, de una y mil formas, mostrar una sensación de abastecimiento. «Hace meses hemos denunciado que se buscaba dar una sensación de abastecimiento. Cuando había abastecimiento en Cochabamba o en La Paz, no había en Santa Cruz. O viceversa», denunció.
La falsa normalidad llegó para quedarse
La medida busca evitar las trancaderas en horarios de alto tráfico que provocaban las largas filas de movilidades de carga pesada y buses. Su implementación generalizada aparenta una falsa normalidad en el abastecimiento de diésel en la ciudad.