Japón anuncia nueva estrategia económica para África con 5.500 millones
Japón destinará 5.500 millones de dólares en préstamos y formación especializada. El primer ministro Shigeru Ishiba presentó la Zona Económica Índico-África para vincular el continente con India y Oriente Medio. La iniciativa se dio a conocer en la Conferencia de Yokohama este 25 de agosto.
Una apuesta estratégica por los recursos y el futuro
Japón impulsa su estrategia en un continente clave: África albergará a una cuarta parte de la población mundial en 2050 y posee recursos esenciales como el cobalto, el cobre y el litio. El plan japonés incluye formación para 30.000 especialistas en inteligencia artificial y 300.000 trabajadores en otros campos, utilizando un modelo de ayuda revisado que alinea las prioridades africanas con las necesidades estratégicas de Japón.
El Corredor de Nacala: Un proyecto emblemático
Uno de los focos es el Corredor de Nacala, una ruta logística en el sur de África. La expansión del Puerto de Nacala, financiada por Japón y finalizada en 2023, elevó el volumen de carga a 3,1 millones de toneladas. Para países sin litoral como Zambia, esta ruta reduce la distancia al mar en 500 kilómetros comparado con Durban, recortando unos costes de transporte que a menudo superan la mitad del precio de las exportaciones.
Un tablero de juego ya ocupado por grandes potencias
Japón no llega a un terreno vacío. China ha construido infraestructuras a través de la Iniciativa del Cinturón y Ruta, aunque su financiación ha generado preocupación por la deuda. Los Emiratos Árabes Unidos utilizan Dubái como centro de redistribución para el comercio africano. Turquía combina proyectos de construcción con exportaciones de defensa. Europa promueve su programa Global Gateway y Estados Unidos se centra en la cooperación en seguridad y la inversión privada.
La herencia de un pasado que aún pesa
El contexto histórico marca la competencia actual. Los gobiernos africanos a menudo ven con recelo las promesas europeas debido al pasado colonial, donde persisten los recuerdos de explotación y atrocidades. Este escepticismo abre oportunidades para otros actores que, como Japón, enfatizan un enfoque diferente basado en la infraestructura duradera y la transferencia de habilidades.
Una carrera por la influencia en el continente del futuro
La eficacia de la estrategia japonesa dependerá de su capacidad para escalar sus esfuerzos con la suficiente rapidez para igualar el alcance de China, el capital del Golfo, los programas heredados de Europa o las inversiones en seguridad de Estados Unidos. La influencia que Tokio gane en un continente que se está volviendo central para el comercio y la seguridad global decidirá el éxito de su apuesta a largo plazo.