Gobierno boliviano asegura que solo hay emisarios de cárteles internacionales
El viceministro Jaime Mamani niega la operación de cárteles en Bolivia. Afirma que solo existen «emisarios» que ingresan al país para captar ciudadanos. Esta postura replica el argumento utilizado por autoridades en 2014.
La misma historia de siempre
El gobierno actual, a través del viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, asegura que «en Bolivia no existe cárteles de narcotráfico ni mafias operando». En su lugar, sostiene que «existen emisarios que ingresan hacia nuestro territorio nacional para poder captar ciudadanos» para el tráfico ilícito. Este discurso es una réplica exacta del utilizado en 2014 por el entonces viceministro Felipe Cáceres, quien también descalificó la presencia de clanes como el PCC o Comando Vermelho en el país, admitiendo solo la existencia de «emisarios».
Un patrón que se repite
El propio ministro de Gobierno, Roberto Ríos, admitió que clanes de la mafia europea intentan asentarse en el país. Sin embargo, la viceministra de Seguridad Ciudadana, Carola Arraya, reiteró que no se trata de la presencia de los clanes, sino de «personas cercanas a estas bandas que ingresan ocasionalmente al país». Añadió que «no han establecido ni han asentado sus negocios en nuestro país».
Negación frente a la evidencia
Esta postura oficial de minimizar la presencia de crimen organizado internacional no es nueva. Durante el Gobierno de Evo Morales, y pese a informes desde Brasil sobre la presencia de los dos clanes más grandes de la región, el entonces ministro Carlos Romero negaba la presencia de clanes internacionales. El propio Romero, ahora como exministro, ha cambiado su discurso, señalando que la seguidilla de hechos de narcotráfico con muertes, secuestros y sicariato revelan que la Policía perdió el control de las operaciones antinarcóticos.
Un discurso que se repite desde hace una década
El argumento de que en Bolivia solo operan «emisarios» y no cárteles establecidos fue utilizado por primera vez en 2014 por el exviceministro Felipe Cáceres. Esto ocurrió cuando se descubrió que altos capos de los cárteles brasileños y mexicanos operaban en el país. La actual administración ha adoptado exactamente la misma narrativa para explicar la creciente violencia vinculada al narcotráfico.
La seguridad ciudadana en juego
La persistencia de este discurso oficial, a pesar de la evidencia de violencia y las propias advertencias de autoridades pasadas, sitúa al ciudadano en un escenario donde la amenaza del crimen organizado transnacional es minimizada por el Estado. Esto implica que las políticas de seguridad podrían no estar abordando la magnitud real del problema, dejando a la población expuesta a una escalada de hechos delictivos como los atentados recientes.