Estados Unidos obliga a camioneros mexicanos a aprender inglés
El gobierno de Trump aplica una antigua ley de seguridad vial para sancionar a conductores que no entiendan las señales. La medida busca reducir accidentes y ha generado una industria de clases intensivas en la frontera.
Un nuevo requisito en la frontera
El presidente Donald Trump ha restablecido la aplicación de una antigua ley estadounidense que exige que los conductores de vehículos comerciales conozcan el inglés lo suficientemente bien como para leer las señales de tráfico y comunicarse con los funcionarios. Esta decisión ha desencadenado una frenética adaptación en México, donde las empresas intentan enseñar rápidamente a los conductores el idioma para mantener vivos sus negocios.
La repercusión inmediata
Los camioneros temen que cada interacción con las autoridades estadounidenses, ya sea una parada de tráfico o un control en una estación de pesaje, sea un examen de inglés en potencia. Este año, los funcionarios informaron de más de 5.000 infracciones por este motivo, frente a unas 240 en 2024.
La escala del desafío
La actividad transportista es enorme: 5,9 millones de camiones cruzaron de México a Estados Unidos el año pasado, más de 16.000 al día. Ningún lugar ha sentido más el efecto de la orden que Nuevo Laredo, la capital mexicana del transporte por carretera, donde se ha formado una industria casera de clases de inglés.
Los esfuerzos de adaptación
Las empresas mexicanas se han apresurado a adaptarse. Algunas, como TNL Express, contrataron profesores locales. Los cursos intensivos de seis semanas enseñan a los conductores vocabulario específico y a manejar intercambios con inspectores. «Esta regla nos pone en una circunstancia de emergencia», dijo Israel Delgado Vallejo, propietario de una empresa de camiones, aunque añadió: «Estamos a favor de la seguridad vial».
Una norma antigua, una aplicación nueva
Para las empresas mexicanas, la norma nunca supuso un gran problema, pues las autoridades estadounidenses la ignoraban en gran medida a lo largo de una frontera donde las culturas siempre se habían mezclado. Sin embargo, para el gobierno de Trump se trata de un punto crítico de seguridad vial que había permanecido demasiado tiempo sin abordarse.
Conducir en otra lengua
La medida subraya la dependencia económica bilateral y cómo un cambio en la aplicación de una norma puede alterar por completo una industria. La eficacia de esta política para mejorar la seguridad vial y la capacidad de los transportistas para adaptarse a tiempo definirán el flujo comercial futuro entre ambas naciones.