Ola de violencia criminal registra ocho casos en dos meses en Bolivia
Ocho casos de sicariato, secuestro y asesinato se registraron entre julio y agosto de 2025 en Santa Cruz y Cochabamba. Un experto cuestiona la inacción del gobierno para frenar al crimen organizado, cuya presencia se fortalece.
Una violencia que preocupa
Entre el 13 de julio y el 21 de agosto de 2025, se documentaron al menos ocho hechos violentos en los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba. El experto en seguridad Gregorio Lanza atribuyó esta ola de violencia a la ausencia de un Gobierno fuerte y una Policía Boliviana «destruida profundamente» con vínculos con ilícitos, lo que permite que el narcotráfico dispute espacios de control.
Los casos reportados
Los incidentes incluyen el doble asesinato de Harold Méndez Erlwei y Leonardo Vaca Díez Gentile en Santa Cruz, cuyo vehículo recibió 100 disparos. También se registraron los homicidios de un ciudadano brasileño en Urubó, de Luciano Torrico y Álvaro Torrico Sipe en Shinahota, y de dos ciudadanos europeos en Santa Cruz, además de dos secuestros y una emboscada a una patrulla antidroga en Villa Tunari.
Un llamado a la acción inmediata
Lanza advirtió que no se puede esperar a que el próximo gobierno asuma el mando, ya que estas organizaciones criminales aprovecharán la etapa de transición para reforzar su presencia. Sugirió que el próximo Gobierno debe actuar de forma inmediata reformando la Policía, escogiendo a los mejores uniformados para ascensos, capacitándolos y dotándolos de equipamiento. Además, propuso generar alianzas con las fuerzas del orden de países vecinos como Brasil y Estados Unidos para una inteligencia compartida.
Crimen en tiempos de transición
El contexto actual se caracteriza por una creciente presencia de crimen organizado vinculado al narcotráfico y otros ilícitos. Según el experto, este fenómeno gana terreno ante la inacción de un Estado con instituciones debilitadas, particularmente una fuerza policial deteriorada en su capacidad profesional.
El desafío de recuperar el control
La eficacia para contener esta ola criminal dependerá de la capacidad del próximo gobierno para implementar reformas profundas en la Policía y establecer una cooperación internacional efectiva. El fortalecimiento de las instituciones del orden se presenta como el principal reto para evitar que estos hechos violentos se vuelvan cotidianos.