Bolivia celebra elecciones pacíficas con resultados inciertos tras polarización
El proceso electoral del 17 de agosto transcurrió sin incidentes graves. El Tribunal Supremo Electoral y el gobierno garantizaron una jornada tranquila. Sin embargo, la polarización resurgió al día siguiente, generando incertidumbre.
Una jornada de paz y un despertar agitado
La ciudadanía boliviana experimentó un día de votación en paz, contando votos y no muertos. Los principales actores cumplieron sus compromisos y palabras como reconciliación estuvieron presentes. El lunes, la polarización y el «dinosaurio» del conflicto reaparecieron con fuerza, ensombreciendo el ambiente de certidumbre del domingo.
Actores institucionales y su desempeño
El presidente Luis Arce Catacora garantizó que las campañas fueran decididas por cada partido y comprometió su palabra para entregar pacíficamente el poder al ganador. El trabajo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) mereció aplausos de la ciudadanía y misiones internacionales, con un conteo oficial rápido y oportuno.
Estrategias fallidas y el papel de las encuestas
Fracasaron estrategias de actores como los hermanos García Linera, que escogieron a las peores candidatas posibles aplicando esquemas viejos. Por el contrario, las empresas encuestadoras no se equivocaron; sus proyecciones fueron confirmadas por el TSE. Los indecisos fueron quienes definieron los resultados finales.
La base social y su voto pragmático
La visión del votante boliviano no se ajusta a casillas de «izquierda» o «derecha». El poblador anónimo busca espacios que le permitan vivir mejor y ascender socialmente. Ciudades como El Alto son pujantes y rebeldes, pero su protesta no es sinónimo de una adhesión ideológica fija, sino una respuesta al abuso.
Un antecedente de votos y realineamientos
Históricamente, la base social ha respaldado a diferentes opciones. La misma base que le dio el triunfo a la Unidad Democrática Popular (UDP) tres veces consecutivas luego respaldó a Hugo Banzer cuando el gobierno no resolvió la crisis económica. La Garita de Lima en La Paz simbolizaba ese bloque popular pragmático.
Un cierre en suspenso
Las declaraciones del capitán Edman Lara, candidato vicepresidencial más votado, generaron temor al mostrar un carácter autoritario, lo que restó apoyo a su fórmula. Este hecho dinamitó lo acumulado en campaña y creó una sensación de incertidumbre de cara al balotaje, reconfigurando el panorama político en horas.