Bolivia celebra elecciones pacíficas y avanza a segunda vuelta presidencial
6.731.848 ciudadanos votaron en unos comicios ejemplares. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) convocó una segunda vuelta inédita al no alcanzarse los porcentajes requeridos. El proceso contó con un alto respaldo internacional y ciudadano.
Una jornada histórica y transparente
Bolivia vivió una jornada electoral pacífica y con elevada participación ciudadana el 17 de agosto. El proceso de cómputo nacional terminó en un tiempo récord; en menos de cuatro días los nueve tribunales electorales departamentales concluyeron con el 100% de actas computadas. El TSE implementó innovaciones como el Sistema de Resultados Electorales Preliminares (SIREPRE) para garantizar transparencia.
El rol del Tribunal Supremo Electoral
El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, destacó el éxito del SIREPRE como complemento al cómputo oficial, afirmando “Palabra empeñada, palabra cumplida”. Agradeció la labor del personal técnico y el compromiso del pueblo boliviano, y anunció la convocatoria a la segunda vuelta electoral.
Un respaldo internacional unánime
Las misiones internacionales de observación electoral coincidieron en destacar el carácter pacífico y transparente de los comicios. Gerardo Morris, delegado de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), elogió la conducción del TSE, afirmando que “Bolivia ha dado una lección de madurez democrática”. La Misión de Observación Electoral de la OEA señaló que fue “una elección sin mayores incidentes, una jornada tranquila y técnica”.
Una democracia que se consolida
Este proceso electoral se enmarca en la aplicación del artículo 53 de la Ley del Régimen Electoral (Ley 026), que establece la segunda vuelta si ninguna fórmula presidencial obtiene más del 50% de los votos o al menos el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo. Por primera vez en su historia, Bolivia realizará una segunda vuelta.
Hacia la definición final
El país se prepara para definir su futuro político en un contexto de civismo, institucionalidad y vigilancia internacional. Con un TSE fortalecido en su legitimidad y un electorado decidido, la segunda vuelta se realizará en un plazo máximo de 60 días utilizando el mismo padrón.