España necesita 3,5 millones de trabajadores para 2035 por jubilaciones
Un déficit de 1 millón de trabajadores persistirá a pesar de la inmigración latinoamericana. La Fundación Adecco proyecta la llegada de 4,59 millones de inmigrantes, la mayoría de América Latina, pero solo 2,5 millones se incorporarán al mercado laboral.
Un país que envejece y no se renueva
España se enfrenta a una crisis demográfica. Entre 2026 y 2035, 5,3 millones de trabajadores dejarán el mercado laboral al jubilarse, mientras que solo 1,8 millones de jóvenes españoles alcanzarán la edad de trabajar. Esta brecha de 3,5 millones de puestos se produce en un contexto de baja natalidad, con apenas 318.000 nacimientos en 2024.
La inmigración, pilar indispensable
Los inmigrantes ya son fundamentales para la economía española, representando el 23% de la fuerza laboral y ocupando aproximadamente el 90% de los nuevos empleos netos creados entre principios de 2024 y 2025. Los colombianos, venezolanos y marroquíes figuran entre los grupos de más rápido crecimiento.
Presión en sectores clave y dificultades de contratación
Cuatro de cada diez empresas no encuentran trabajadores para sus vacantes, especialmente en agricultura, construcción y hostelería. Sectores como la agricultura, la sanidad y la construcción emplean a una gran proporción de trabajadores de mayor edad que pronto se jubilarán, agravando el problema.
Un sistema de pensiones bajo tensión
El desequilibrio demográfico ejerce una presión creciente sobre el sistema de pensiones. En julio de 2025, se pagaron 10,36 millones de pensiones a unos 9,4 millones de personas en un país con una de las esperanzas de vida más altas de Europa, alrededor de 84 años.
Medidas para un futuro incierto
El gobierno español ha comenzado a expandir las vías legales para trabajadores extranjeros y actualizó sus programas de contratación en 2025. Los lazos culturales y lingüísticos con América Latina facilitan la integración de estos trabajadores, que son cruciales para mantener en funcionamiento industrias clave.
Sin una solución completa a la vista
Incluso con una inmigración constante, España debe actuar en materia de formación, reconocimiento de cualificaciones y condiciones laborales para mantener su economía equilibrada. La inmigración por sí sola no será suficiente para cerrar la brecha laboral.