Delegado del PDC denuncia vulneración de derechos por el TSE
Víctor Hugo Velasco afirma que el 70% de los candidatos del PDC provienen del MAS y MIR. El delegado alterno nacional cuestiona la legalidad de la candidatura Paz-Lara y anuncia acciones legales contra el Tribunal Supremo Electoral por rechazar la declinación de candidaturas presentada por el partido.
Una candidatura bajo sospecha
Víctor Hugo Velasco, delegado alterno nacional del Partido Demócrata Cristiano (PDC), denunció que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) vulneró los derechos de los militantes al rechazar la declinación de candidaturas presentada por el partido. Señaló que la candidatura Paz-Lara “no es legal”, afirmando que los vocales se habrían parcializado con un dirigente que ya fue retirado del PDC.
Composición cuestionada de la lista
Velasco detalló una distorsión en la composición de los candidatos del partido: aproximadamente el 70% de senadores y diputados inscritos como PDC provienen del Movimiento Al Socialismo (MAS), un 20% del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y apenas un 10% son miembros del propio PDC.
El origen de la disputa interna
El conflicto se origina en una pugna por el control del partido y la legitimidad de sus candidaturas ante el órgano electoral. “El peor daño que le ha pasado al PDC es Lara”, declaró Velasco, reflejando la profundidad del desacuerdo interno.
Acciones legales en marcha
Frente a estas irregularidades, el delegado anunció que presentarán acciones legales para defender los derechos del partido y de sus militantes, buscando que se revisen las decisiones del TSE que consideran arbitrarias.
Un partido en disputa
La denuncia expone una crisis de representatividad dentro del PDC, donde la mayoría de sus postulantes para la Asamblea Legislativa Plurinacional no son militantes orgánicos, sino figuras provenientes de otras fuerzas políticas mayoritarias.
La legitimidad electoral en entredicho
El caso trasciende al PDC y plantea interrogantes sobre los mecanismos de control del TSE para garantizar que las candidaturas registradas por los partidos políticos cuenten con el aval real de su militancia y sus órganos internos de dirección.