Ministro Montaño exige explicaciones a García por derrota electoral del MAS
El MAS obtuvo solo un 3% de los votos en las elecciones generales. El ministro Edgar Montaño responsabiliza a la dirigencia nacional del partido por el manejo de las candidaturas y exige una reunión de rendición de cuentas.
Un llamado a rendir cuentas
El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, exigió públicamente este martes al presidente del Movimiento Al Socialismo (MAS), Grover García, que convoque a un ampliado nacional. «Nos tiene que explicar por qué los resultados de las elecciones. Al final, ellos han sido los que han manejado el tema de las candidaturas», declaró la autoridad. Montaño insistió en que la dirigencia debe «traer una información correcta» y «responsabilizarse de todo lo que ha ocurrido».
Las consecuencias del resultado
La repercusión para el partido es severa. Después de casi 20 años en el poder, el MAS apenas logró una votación mínima que podría salvar su sigla. Su candidato presidencial, Eduardo Del Castillo, recibió el apoyo de solo el 3% del electorado, lo que se traduce en una casi nula representación en la próxima Asamblea Legislativa Plurinacional.
Raíces de una división
El texto adjunto señala que los últimos años del gobierno de Luis Arce se caracterizaron por generar pugnas internas que derivaron en peleas, insultos y procesos penales desde ambos frentes del masismo. En una entrevista, el Presidente atribuyó este desenlace a «la angurria del poder del expresidente Evo Morales», lo que habría dividido al partido.
Dos décadas que terminan en un suspiro
El Movimiento Al Socialismo (MAS) gobernó Bolivia durante casi 20 años. Este periodo culminó con una profunda fractura interna durante el gobierno de Luis Arce, marcado por conflictos públicos y una lucha de poder que, según se desprende del texto, fue determinante para su aplastante derrota electoral y la pérdida de su hegemonía política.
El futuro del partido pende de un hilo
La supervivencia de la sigla del MAS queda en entredicho tras su mínimo resultado electoral. La presión interna, ejemplificada por la exigencia de Montaño, apunta a un proceso de rendición de cuentas y autocrítica dentro del partido para determinar las causas de un fracaso que los aleja drásticamente del poder.