TSE convoca balotaje histórico entre Paz y Quiroga para el 19 de octubre
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) emitirá la convocatoria oficial el 31 de agosto. La segunda vuelta, un hecho inédito en la historia boliviana, enfrentará a Rodrigo Paz Pereira y Jorge ‘Tuto’ Quiroga. La campaña y la publicación de encuestas comenzarán ese mismo día.
La carrera definitiva por la Presidencia
El TSE ha definido la ruta oficial para los 60 días de actividades electorales. El vocal del TSE, Tahuichi Tahuichi, afirmó que «tiene que haber un debate presidencial» porque «el pueblo tiene derecho a escuchar de primera voz el planteamiento». Este debate es visto por el ente electoral como una actividad crucial y decisiva para el voto de los 7.9 millones de electores habilitados.
Calendario electoral acelerado
Tras la proclamación de resultados prevista para el 31 de agosto, el TSE pisará el acelerador. Ese día se autorizará la difusión de propaganda electoral y la publicación de estudios de opinión o encuestas. Los residentes bolivianos en el exterior también participarán, para lo cual se sortearán los jurados electorales el 19 de septiembre.
Preparativos de los candidatos
Los dos protagonistas, Rodrigo Paz del PDC y Jorge Quiroga de Libre, se preparan para la carrera definitiva. Quiroga adelantó que ya tiene una estrategia elaborada con su equipo. En cambio, Paz criticó la duración del proceso, afirmando: «Me parece muy abusivo esta segunda fase de dos meses electorales. Esto es una locura».
Un escenario electoral sin precedentes
El balotaje del 19 de octubre es un evento inédito en la historia electoral de Bolivia, activado porque ningún candidato obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones generales del 17 de agosto. El Sistema de Resultados Electorales Preliminares (SIREPRE), al 95% de escrutinio, ubicó a Paz con el 32% y a Quiroga con el 27% de los votos.
Todo se decidirá en octubre
El próximo Presidente de Bolivia para los próximos cinco años será elegido por mayoría simple en una jornada sin precedentes. La contienda se centrará en la capacidad de los candidatos para captar el voto del electorado que no optó por ellos en primera instancia, en un proceso cuya eficacia dependerá de la campaña y el debate crucial organizado por el TSE.