Detienen a tres personas por fraude con tarjeta boliviana en Miami
Una boliviana está entre los arrestados por una estafa de más de 30.000 dólares. Los acusados utilizaban una tarjeta de un banco de Bolivia alterada para comprar tarjetas de regalo sin pagar. Fueron capturados tras una investigación del Sheriff’s Office del condado Miami-Dade.
El engaño perfecto: un código de error que anulaba el pago
El método consistía en utilizar una tarjeta alterada de un banco de Bolivia que provocaba que las transacciones quedaran en espera bajo un «91 code». El sistema del supermercado Winn-Dixie intentaba procesar el cobro varias veces y, al fallar, finalmente lo registraba como una pérdida. Esto les permitió adquirir cientos de tarjetas de regalo de Apple, Amazon y otras tiendas sin costo.
La investigación y la captura
El caso fue investigado por el Escuadrón de Crímenes Organizados contra el Comercio Minorista del Miami-Dade Sheriff’s Office. Todas las compras fraudulentas, que sumaron más de 200 transacciones, quedaron grabadas en cámaras de seguridad. Dos de los acusados fueron arrestados por agentes federales y del banco el 14 de agosto al regresar de un crucero en el Puerto de Miami.
Los implicados y los cargos
Los detenidos fueron identificados como Aida J.P. (43 años, boliviana), Beatriz P. R. (66) y Rogerio D. C. F. (45). Todos enfrentan cargos de fraude organizado y hurto mayor. Aida y Rogerio tienen además un «hold» de inmigración, por lo que no pueden salir de custodia incluso pagando fianza. Permanecen en el centro correccional TGK con fianzas entre 2.500 y 10.000 dólares.
Un delito de alta tecnología con alcance internacional
Este caso se enmarca en un contexto donde las autoridades investigan vínculos con otras redes internacionales de fraude que operan en el sur de Florida. El uso de tarjetas alteradas para explotar vulnerabilidades en los sistemas de punto de venta es un método recurrente en este tipo de crimen organizado transnacional.
Las consecuencias de un fraude detectado
La eficacia de la investigación conjunta entre la fuerza sheriff y la empresa afectada permitió desarticular esta operación. El caso demuestra la coordinación necesaria para combatir delitos financieros sofisticados que causan pérdidas significativas a las empresas, cuyo costo finalmente podría repercutir en los consumidores.