Rodrigo Paz supera a favoritos y disputará la presidencia con Tuto
El PDC logró el 32.14% de los votos y enfrentará a Alianza Libre en balotaje. Las elecciones generales de Bolivia dejan fuera al MAS tras 18 años en el poder. Samuel Doria Medina, respaldado por Camacho y Claure, quedó tercero con 19.86%.
«El voto bronca decidió: cambio sin márketing»
Rodrigo Paz y Edmand Lara, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), desafiaron las encuestas con una campaña austera. «Expresamos el sentimiento de las mayorías», declaró Paz tras imponerse en primera vuelta. Jorge «Tuto» Quiroga (Alianza Libre) logró el 26.81% y prometió una «Bolivia libre». La sorpresa fue la caída de Samuel Doria Medina, que pese al apoyo de Luis Fernando Camacho y Marcelo Claure solo obtuvo 19.86%.
Reacciones inmediatas
Doria Medina reconoció su derrota y anunció apoyo a Paz, mientras Tuto celebró «un paso gigantesco hacia un mañana mejor». Lara, excapitán de policía, advirtió: «Se acaba la corrupción en Bolivia». El MAS, con solo 3.16%, conserva su personería jurídica pero deberá «repensar sus fallas».
La izquierda, marginada
Andrónico Rodríguez (Alianza Popular) y Eduardo del Castillo (MAS) sumaron apenas 11% entre ambos. Del Castillo fue increpado con gritos de «lo espera Palmasola», y Rodríguez recibió pedradas en el Trópico. La jornada confirmó el declive de la izquierda tradicional.
De la fe a la sorpresa
El PDC pasó de ser una opción minoritaria a liderar las preferencias. Lara atribuyó el triunfo a «la humildad y la alianza con el pueblo», mientras Paz evitó triunfalismos: «Esto no se ha acabado; falta la segunda vuelta». La campaña se centró en mercados y barrios, sin propaganda rimbombante.
Adiós a 18 años de hegemonía
El MAS perdió el poder tras casi dos décadas, marcando el inicio de una alternancia. El balotaje del 19 de octubre definirá entre dos proyectos opuestos: el del PDC, que promete «reconciliación», y el de Alianza Libre, que habla de «liberar» al país. La izquierda queda relegada a un rol testimonial.
Octubre decidirá el rumbo
El país enfrenta ahora una polarización inédita entre Paz y Tuto, con el voto bronca como factor clave. La ausencia del MAS en segunda vuelta cierra un ciclo político, mientras el PDC intenta capitalizar su ventaja inicial. Los resultados dependerán de cómo se movilicen los votantes de Doria Medina y la izquierda.