Minería boliviana fracasa en industrialización tras 40 años de inversión
El sector minero solo aporta el 4,4% al PIB pese a su predominio económico. Un informe del CEDLA revela que ni gobiernos neoliberales ni el MAS lograron transformar su modelo extractivista. Privados y cooperativas controlan el 92% de la producción actual.
«Promesas incumplidas en dos décadas de políticas mineras»
El estudio «Realidad de la inversión en la minería boliviana» señala que tanto neoliberales (1985-2005) como el MAS (2006-2025) perpetuaron un modelo primario exportador. La privatización en los 90 redujo el peso de la COMIBOL, mientras que las reformas estatistas posteriores priorizaron cooperativas sin industrializar.
Boom privado, Estado rezagado
La inversión privada alcanzó 477,8 millones de dólares en 2008, con minas modernizadas como San Cristóbal, pero sin valor agregado. El MAS impulsó proyectos estatales como Huanuni, pero «sin capacidad para competir» frente a privados y cooperativas, según el CEDLA.
Impacto ciudadano: precariedad y conflictos
Las cooperativas, asociadas a capital extranjero ilegal según el informe, generan empleo precario. Comunidades afectadas protestan por regalías mineras de solo 1,5% en explotación aurífera, sin beneficios locales.
De la privatización al estatismo fallido
En los 90, la minería estatal desapareció como actor relevante. La Ley 535 (2014) intentó recuperar su rol, pero sin financiamiento estatal directo. Hoy, el 92% de la producción es controlada por privados y cooperativas, con escasa exploración de nuevos yacimientos.
Atrapados en el extractivismo
Bolivia exporta concentrados y depende de precios internacionales. Empresas canadienses dominan la producción de zinc, clave para la transición energética, pero sin romper el patrón extractivista.
¿Hacia dónde va la minería boliviana?
El CEDLA plantea que el Estado debe liderar con ciencia y tecnología para retener excedentes. Sin cambios, el sector seguirá generando divisas, pero sin desarrollo económico o social duradero.