Australia prohíbe redes sociales a menores de 16 años desde diciembre
La ley, aprobada en 2024, impone multas millonarias a plataformas como TikTok o Instagram. Surge tras preocupaciones por el impacto en la salud mental de adolescentes. Entrará en vigor el 10 de diciembre con apoyo del 77% de la población.
«Padres quieren hijos en el campo, no en el móvil»
El primer ministro Anthony Albanese defendió la medida: «Es una oportunidad para enseñar alfabetización digital antes de la inmersión total». La norma, impulsada por el premier de Australia del Sur tras leer el libro *The Anxious Generation*, obligará a verificar edad con documentos o reconocimiento facial. Las empresas tecnológicas enfrentarán sanciones de hasta 50 millones AUD (32 millones USD) si no cumplen.
Voces a favor y en contra
El 77% de los australianos apoya la prohibición, pero los adolescentes critican la pérdida de espacios de conexión. Elena Mitrevska, de 18 años, advierte: «Enterramos la cabeza en la arena; las redes ayudan a explorar identidad y comunidad». Raghu Vijayan, de 17, pide educación digital paralela: «No basta prohibir; hay que prepararlos».
El desafío de la implementación
La Oficina de Seguridad Digital (eSafety) supervisará el cumplimiento. Su comisionada, Julie Inman Grant, recalca que el objetivo es dar tiempo a los padres para fomentar «resiliencia y pensamiento crítico». Los jóvenes del Consejo Juvenil de eSafety, como Mitrevska y Vijayan, asesoran en cómo comunicar la ley sin generar desconfianza.
De libros a leyes: cómo surgió la polémica norma
La iniciativa nació en 2024 cuando Annabel West, abogada y madre, convenció a su esposo —el premier de Australia del Sur— de actuar tras leer sobre los efectos negativos de las redes en *The Anxious Generation*. El proyecto escaló rápidamente a nivel nacional con apoyo bipartidista, convirtiendo a Australia en el primer país con una prohibición total.
¿Funcionará el experimento australiano?
La eficacia de la ley dependerá de su aplicación y de alternativas educativas. Mientras legisladores celebran el control sobre las tecnológicas, los adolescentes alertan sobre vacíos en socialización y acceso a información. El mundo observa si esta medida reduce la ansiedad juvenil o solo retrasa su exposición al entorno digital.