Líderes de izquierda son abucheados en centros de votación en Bolivia
Dirigentes oficialistas enfrentan rechazo masivo durante elecciones. Ciudadanos protestaron contra candidatos por crisis económica y gestión. Incidentes incluyeron agresiones físicas y enfrentamientos en Santa Cruz y La Paz.
«Silbatos y piedras sustituyen a los votos»
Los candidatos de izquierda sufrieron un rechazo generalizado al acudir a votar. Andrónico Rodríguez (Alianza Popular) fue apedreado en el colegio José Carrasco, dejando a su jefe de campaña hospitalizado. «La caravana huyó ante la avalancha de piedras», según testigos. Eduardo Del Castillo (oficialismo) también fue abucheado en Santa Cruz, donde electores le gritaron «¿Por qué no hace fila como nosotros por diésel?».
Autoridades bajo presión
El presidente Luis Arce evitó la inauguración electoral en el TSE y votó bajo rechiflas en La Paz. David Choquehuanca (vicepresidente) cambió su recinto tras ser sancionado por su comunidad en Huarina. En El Alto, la alcaldesa Eva Copa fue abucheada por su gestión, mientras que Jhonny Fernández (alcalde de Santa Cruz) enfrentó enfrentamientos entre partidarios y detractores.
Un voto marcado por el descontento
Las protestas reflejan el malestar por la crisis económica y la gestión pública. Los incidentes ocurrieron en múltiples ciudades, con ciudadanos reprochando directamente a las autoridades. El TSE recordó que los electores tienen un mes para tramitar certificados de impedimento, tras reportarse largas filas para el trámite.
Antecedentes: Elecciones en clima tenso
La jornada electoral se desarrolló en un contexto de creciente descontento social, con reclamos por escasez de combustibles y críticas a la gestión de alcaldías y el gobierno nacional. El absentismo de Arce en el acto inaugural del TSE y la sanción comunitaria a Choquehuanca marcaron un precedente inusual.
Una jornada que dejó más que votos
Los incidentes evidencian una polarización política y un rechazo visible hacia la clase dirigente. La seguridad de los candidatos y la respuesta institucional a las protestas quedaron en entredicho, mientras los ciudadanos utilizaron las urnas para expresar su descontento.