Familias bolivianas combinan votación con actividades recreativas en jornada electoral
Más de 7 millones de ciudadanos votaron este domingo en unas elecciones generales que transcurrieron con normalidad. La prohibición de circulación vehicular motivó a familias a usar bicicletas y compartir comidas al aire libre, aunque se reportó acumulación de basura en zonas públicas.
«Un domingo para votar, pedalear y compartir»
La jornada electoral se convirtió en una oportunidad para actividades familiares. Rodolfo Ugarte destacó que el traslado a su antiguo barrio para votar les permitió «hacer ejercicio en familia». Jhasmine Valdez y María Elena coincidieron en usar bicicletas, mientras Joselo Cortez organizó un asado y partido de fútbol con amigos tras sufragar.
Emprendimiento entre urnas
Algunos comerciantes aprovecharon la afluencia de votantes. Un vendedor en la avenida Mutualista ofreció salteñas y chicha, aunque admitió que las ventas fueron lentas. Otra mujer en el colegio Fe y Alegría preparó platos típicos como locro y majadito, afirmando que «estas jornadas son las mejores para vender».
Basura en la sombra del proceso
El único contratiempo reportado fue la acumulación de residuos en mercados y calles, especialmente en el mercado Mutualista y barrios aledaños. EL DEBER documentó contenedores desbordados, un problema recurrente durante la jornada.
Elecciones con sabor a domingo
Las elecciones generales en Bolivia históricamente restringen la circulación vehicular, creando un ambiente propicio para actividades peatonales. Esta medida, implementada para garantizar seguridad, ha fomentado tradiciones como paseos familiares y venta de comida callejera en proximidades de recintos electorales.
Un día que dejó más que votos
La jornada demostró cómo los procesos electorales pueden trascender el acto de votar, integrando dinámicas sociales y económicas informales. La normalidad del proceso y la participación ciudadana contrastaron con desafíos pendientes en gestión de residuos durante eventos masivos.