Evo Morales vota blindado por seguidores pese a orden de captura
150 simpatizantes protegieron al expresidente durante las elecciones. El exmandatario promovió el voto nulo en Cochabamba, donde pesa una orden judicial por trata de personas. La jornada transcurrió con tensiones en su bastión político.
«Un deber, no una obligación»: la guardia sindical de Morales
Germán Felipe Mamani, dirigente campesino, organizó un operativo con 150 personas en camisetas blancas para custodiar a Morales desde Lauca Ñ hasta Villa 14 de Septiembre, su lugar habitual de votación. «No es solo Evo, es nuestro padre político», declaró a EFE. El grupo, que incluía portadores de la wiphala, formó cordones de seguridad y controló el acceso al recinto electoral.
Voto nulo y críticas
Morales llevó un plumón rojo para promover el voto nulo, en rechazo a los ocho candidatos habilitados. Cuestionó la presencia militar en los colegios electorales y afirmó que los comicios «carecen de legitimidad». Su llegada al centro de votación generó aplausos y sorpresa entre los jurados.
La sombra judicial: el caso que persigue al exlíder
La orden de captura vigente responde a una acusación de trata gravada de personas, vinculada a una supuesta relación con una menor en 2016. Morales insiste en que el caso fue reabierto para inhabilitarlo políticamente, tras cerrarse en 2020. Mientras espera resultados en Lauca Ñ, su movimiento anunció una reunión postelectoral para evaluar los comicios.
Raíces en el Trópico
El Trópico de Cochabamba, zona sindical y agrícola, sigue siendo el bastión indiscutible de Morales. Allí mantiene influencia a través de redes campesinas y programas radiales, como el emitido esta jornada desde una sede sindical. Su figura polariza: para sus seguidores es un símbolo indígena; para sus detractores, un líder judicializado.
Elecciones bajo vigilancia
El operativo de seguridad alrededor de Morales refleja la tensión entre movilización social y orden judicial. Mientras Bolivia elige nuevas autoridades, el exmandatario evita su detención gracias al blindaje de sus bases, pero su futuro político sigue atado a resoluciones legales pendientes.