Trump y Putin se reúnen en Alaska para discutir la guerra en Ucrania
Los líderes buscan un acuerdo sin firmar documentos conjuntos. El encuentro ocurre más de tres años después de la invasión rusa, en una base militar con simbolismo de la Guerra Fría. Ambos llegan con objetivos distintos y bajas expectativas.
«Diálogo sin compromisos escritos»
La cumbre se realiza en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, cerca de Anchorage, sin la participación del presidente ucraniano Volodimir Zelenski. «No se firmará nada», advirtió el Kremlin. Trump exige un alto el fuego «inmediato», mientras Putin busca legitimar sus avances territoriales. No habrá declaración conjunta, pero sí una conferencia de prensa posterior.
Los objetivos de Trump
El mandatario estadounidense amenazó con «graves consecuencias» si Rusia no detiene los bombardeos. Según expertos, busca un acuerdo rápido para cumplir su promesa de resolver el conflicto y reducir el gasto militar. «Quiere desvincularse de Ucrania sin parecer débil», señaló Daniel Treisman de UCLA.
Las intenciones de Putin
El líder ruso pretende romper su aislamiento internacional y dividir a Occidente. Robert Orttung (George Washington University) destaca que «para Putin, esta reunión ya es una victoria». Rusia intensificó su ofensiva en Donbás antes de la cumbre, con 60.000 bajas en julio según EE.UU.
Condiciones irreconciliables
Moscú exige que Ucrania ceda territorios anexados y renuncie a la OTAN, mientras Kiev insiste en garantías de seguridad y retirada rusa total. Putin también propuso discutir comercio y control de armas, buscando distraer a Trump, según analistas.
Un escenario de Guerra Fría
La ubicación en Alaska —frontera simbólica entre Oriente y Occidente— y la exclusión de Ucrania y Europa marcan un encuentro bilateral cargado de tensiones históricas. Rusia mantiene su postura desde la invasión de 2022, mientras EE.UU. intenta frenar el conflicto sin ceder terreno diplomático.
Un primer paso incierto
Los expertos coinciden en que las diferencias son profundas y no se resolverán en una sola reunión. La ausencia de Zelenski y las demandas rusas dificultan un avance real. La cumbre podría, en el mejor caso, abrir un canal de diálogo futuro.