Bolivia cierra campaña electoral en medio de crisis económica y desabastecimiento
La Paz colapsa por falta de combustible y basura sin recolectar durante los actos finales de campaña. Los candidatos Doria Medina y Quiroga lideran las encuestas, mientras la izquierda se presenta dividida. Las elecciones presidenciales son este domingo.
«Dos horas de cola para cargar gasolina y calles llenas de basura»
Los ciudadanos de La Paz y El Alto enfrentan escasez de combustible subsidiado, con filas de hasta 11 horas, según testimonios. El transporte público y el precio de alimentos como la carne molida (ahora a 58 Bs/kg) se han encarecido. «Se vende menos», admiten los comerciantes. Paralelamente, una huelga de recolectores dejó montañas de basura en las calles, aunque comenzó a limpiarse el martes.
Los favoritos y la izquierda dividida
Las encuestas apuntan a un balotaje entre el empresario Samuel Doria Medina (centro-derecha) y el ex presidente Jorge Quiroga (derecha). La izquierda, liderada por Andrónico Rodríguez, enfrenta su peor momento en 20 años, con Evo Morales inhabilitado y en conflicto con el oficialismo. El voto nulo, promovido por Morales, podría ser clave.
Economía y redes sociales en el centro
La brecha cambiaria (dólar paralelo a 13,66 Bs frente al oficial de 6,96 Bs) y la inflación dominan las preocupaciones ciudadanas. Verificadores como «Bolivia Verifica» detectaron campañas sucias en redes que podrían influir en el voto. Mientras, mensajes por WhatsApp informan en tiempo real sobre la disponibilidad de combustible.
De la bonanza al descontento
Bolivia enfrenta una crisis económica con escasez de dólares, combustibles y alza de precios, agravada desde junio de 2024 tras el intento de golpe contra Arce. El modelo heredado de Evo Morales, basado en subsidios y control estatal, muestra grietas ante la caída de reservas y la presión inflacionaria.
Un domingo decisivo entre protestas y esperanzas
Las elecciones definirán si Bolivia mantiene el modelo actual o gira hacia propuestas de liberalización económica. El abstencionismo y el voto nulo, impulsado por Morales, podrían diluir los resultados. La gestión de la crisis postelectoral, especialmente en combustibles y basura, será el primer desafío del ganador.