Jóvenes franceses abandonan las discotecas y el 70% cierra
La Generación Z prefiere quedarse en casa con videojuegos y redes sociales. La pandemia, los costes económicos y el cambio de hábitos aceleran el declive de la vida nocturna. Solo quedan 1.400 clubes frente a los 6.000 de los años 80.
«La fiesta se traslada al salón»
Los jóvenes franceses han cambiado el ‘clubbing’ por «placeres sencillos» como juegos o reuniones en casa, según Antonin, un estudiante de 19 años entrevistado por Le Parisien. Thierry Fontaine, de la UMIH, confirma: «Solo 1.400 discotecas siguen abiertas, frente a 6.000 hace décadas». La caída se atribuye a los precios, los controles de alcoholemia y la pobreza estudiantil.
El impacto duradero del Covid
Mathieu Dagneaux, director de marketing del club Dune, señala que los jóvenes ahora son «más exigentes» y solo salen si hay eventos específicos. Jérémie Peltier, autor de La Fête est finie, añade que prefieren fiestas privadas: «Es más barato y controlable».
Violencia y restricciones
En el sur de Francia, el narcotráfico y los altercados han llevado a toques de queda para menores. Jean-Paul Fournier, alcalde de Nimes, extendió la medida hasta el 18 de agosto en zonas sensibles. Reino Unido enfrenta una tendencia similar: 400 discotecas cerraron en cinco años, según la NTIA.
De bolas de discoteca a pantallas
En los años 80 y 90, salir de fiesta era un ritual juvenil. Hoy, el 70% de las discotecas francesas han desaparecido, según datos del sector. La Generación X y los ‘baby boomers’ añoran esa era, mientras la Z prioriza el entretenimiento digital.
Un cambio de era sin vuelta atrás
La vida nocturna tradicional declina por factores económicos, sociales y de seguridad. Como resume Laurence Voyer de Le Parisien, los nuevos hábitos «no son mejores ni peores, solo diferentes». El sector deberá adaptarse o desaparecer.