Reservista israelí denuncia que Netanyahu prioriza la guerra sobre los rehenes
Max Kresch lidera un movimiento de 200 soldados que se niegan a servir en Gaza. Acusan al gobierno israelí de anteponer intereses políticos al rescate de secuestrados. La entrevista revela divisiones internas sobre la estrategia militar.
«Un deber moral desobedecer guerras injustas»
Max Kresch, exmédico militar de 28 años, explica que abandonó la reserva tras escuchar «retórica extrema» entre sus compañeros. «Algunos justificaban matar niños palestinos por ser ‘futuros terroristas'», relata. Su grupo, Soldados por los Rehenes, exige un acuerdo inmediato para liberar cautivos y frenar el conflicto.
La fractura en las FDI
Kresch asegura que la moral de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) está en crisis: «Los reservistas están exhaustos y no creen en esta guerra». Alertan que, si Netanyahu insiste en reocupar Gaza, «la sociedad israelí colapsará». 500 militares y exagentes del Mossad ya pidieron el cese de hostilidades en una carta a Donald Trump.
Netanyahu: ¿autocracia o supervivencia política?
El entrevistado afirma que el primer ministro «no quiere terminar la guerra para mantener su coalición». «Traer a los rehenes o negociar la paz le quitaría argumentos a su gobierno», sostiene. Critica que se aproveche del conflicto para «despojar protecciones democráticas» y avanzar hacia un régimen autoritario.
El costo humano en Gaza
Kresch califica de «horrorosa» la hambruna en Gaza y advierte que dejará una «mancha imborrable» en Israel. Rechaza la idea de desplazar gazatíes: «Deben quedarse en su tierra». Sobre Hamas, pide «soluciones diplomáticas con igualdad de derechos», aunque reconoce la dificultad bajo el liderazgo actual.
De Detroit a Jerusalén: un soldado contra la guerra
Kresch, criado en una familia sionista en EE.UU., se unió al ejército israelí a los 18 años. Tras una década como médico combatiente, su experiencia en la frontera con Líbano en 2023 lo llevó a cuestionar la estrategia militar. Hoy coordina protestas y usa su uniforme con un mensaje: «Desobedecer es una responsabilidad moral».
Un futuro en disputa
El testimonio refleja la polarización en Israel: mientras el gobierno insiste en la ofensiva, crece el rechazo de sectores militares y civiles. La presión por los rehenes y el deterioro humanitario en Gaza tensionan una crisis que, según Kresch, solo se resolverá con un cambio de liderazgo.