Vicepresidente de EE.UU. recibe protestas durante vacaciones en Gran Bretaña
J.D. Vance enfrenta rechazo en los Cotswolds por medidas de seguridad y posturas políticas. Vecinos y celebridades critican las restricciones y gastos generados por su comitiva. La visita ocurre en medio de tensiones por sus declaraciones previas contra el Reino Unido.
«Vacaciones bajo vigilancia y malestar social»
El vicepresidente estadounidense J.D. Vance eligió la exclusiva zona rural de Cotswolds para sus vacaciones, pero su presencia ha desatado protestas. Carteles con mensajes como «Vance, go homeNo queremos fascistas» aparecieron en los campos, mientras residentes denuncian las «draconianas medidas de seguridad» que incluyen 22 vehículos y agentes desplazados desde otras regiones.
Reacción de la comunidad
Vecinos como dos mujeres mayores cuestionaron el operativo: «¿Nosotras parecemos terroristas?». Hasta el periodista Jeremy Clarkson se sumó a las críticas, ya que la zona de exclusión aérea impide grabar su programa agrícola. «No hay fotos con drones, pero al menos no hay avionetas molestas», ironizó en redes.
Un almuerzo orgánico entre polémica
Vance y su familia comieron en Daylesford Organic, una tienda de lujo fundada por la aristócrata Lady Bamford. El menú incluyó miel picante de 15 libras el frasco, mientras agentes del Servicio Secreto vestían trajes en plena campiña. Más tarde adoptaron un «look campestre», aunque los vehículos oficiales con motores encendidos generaron quejas por contaminación.
La mansión blindada
El vicepresidente se aloja en Dean Manor, una propiedad del siglo XVIII con jardines de 2.4 hectáreas y muros de 4.5 metros. El alquiler semanal ronda las 8,000 libras, según fuentes locales. Agentes armados patrullan el área las 24 horas, y la dueña, Pippa Hornby, evitó comentar sobre su huésped.
Un invitado incómodo en la campiña británica
La estancia de Vance revive tensiones por sus críticas previas al Reino Unido, al que acusó de limitar la libertad de expresión. Las protestas reflejan el rechazo transversal de lugareños, desde terratenientes hasta comerciantes, unidos por las molestias del operativo.
Sin vuelta atrás
La polémica continuará mientras Vance permanezca en la zona, con posibles escaladas de protestas. El malestar local y las restricciones logísticas marcan unas vacaciones lejos de la tranquilidad esperada.