Mariana Prado pide esperar resultados electorales para evaluar su impacto
La candidata a vicepresidenta por Alianza Popular enfrenta críticas de sectores sociales. Su postulación fue cuestionada desde el inicio por colectivos feministas, campesinos y mineros cooperativistas. Las elecciones se celebrarán el 17 de agosto.
«El domingo sabremos si sumé o resté votos»
Mariana Prado, exministra de Evo Morales, defendió su candidatura afirmando que «los resultados electorales dirán si aportó al binomio». La decisión de mantenerla en la fórmula fue de Alianza Popular, liderada por Andrónico Rodríguez. «Los sectores pueden manifestar su favoritismo o rechazo en las urnas», añadió.
Rechazo desde múltiples frentes
La polémica comenzó en el primer acto oficial de la alianza. Mujeres Creando criticó su testimonio en defensa de un condenado por feminicidio. Campesinos de La Paz, Potosí y otros departamentos rechazaron que no se eligiera al vicepresidente «de manera orgánica». Los cooperativistas mineros y la facción de Ponchos Rojos de David Mamani también exigieron su salida.
Último apoyo en medio de la controversia
Enrique Mamani, de la Federación de Campesinos de La Paz Tupac Katari, defendió al binomio alegando que «ya es tarde para cambios». Criticó la reacción tardía de otros dirigentes: «¿Dónde está su candidato? No han convocado».
Un panorama electoral complicado
Analistas y opositores descartan que Alianza Popular pueda ganar, ya que las encuestas la ubican en cuarto o quinto lugar. Situación similar enfrenta el MAS con Eduardo Del Castillo, cuya aceptación es baja. Mientras, las alianzas Unidad y Libre se sienten favoritas para el 17 de agosto.
Elecciones bajo presión
La campaña ha estado marcada por divisiones internas y rechazo a candidaturas no consensuadas. El caso de Prado refleja la tensión entre decisiones partidarias y demandas de bases sociales históricamente aliadas al oficialismo.
Todo se define el domingo
El escrutinio revelará si las críticas afectaron la votación de Alianza Popular. Los resultados también medirán la capacidad de movilización de sectores que hoy cuestionan a sus candidatos.