Gobierno boliviano niega crisis energética y culpa a empresarios y Parlamento
El viceministro Torrico asegura que el país está «en paz» y atribuye la escasez de dólares a «una jugada política». Las declaraciones se producen en medio de filas por combustible y presión inflacionaria. El Ejecutivo responsabiliza a exportadores y al Congreso mientras niega quiebra estatal.
«No hay crisis energética, hay falta de divisas»
Gustavo Torrico, viceministro de Coordinación Gubernamental, insistió en que Bolivia no enfrenta una crisis energética, sino una carencia de dólares para importar combustibles. «El país no está en quiebra, tenemos fondos en bolivianos», declaró, acusando al Congreso y a exportadores de ocultar divisas. Cuatro especialistas consultados por EL DEBER en julio contradicen esta versión, señalando que el país cumple todos los requisitos de una crisis energética.
Combustibles y tensión social
Este miércoles persistieron las filas en gasolineras y la amenaza de alza en precios de alimentos. Las FFAA desplegaron operativos contra el contrabando fronterizo. Torrico defendió la gestión del MAS: «Entramos y saldremos democráticamente el 8 de noviembre», afirmó, calificando al país como «tranquilizado y en paz».
Un legado en disputa
El Gobierno minimiza la crisis económica actual, atribuyéndola a factores externos. Torrico reconoció que Bolivia depende de la importación de petróleo al producir solo gas, pero insistió en que el problema radica en la falta de dólares, no en la gestión energética.
Paz frágil ante la transición
Las declaraciones oficiales contrastan con la realidad de desabastecimiento y presión inflacionaria. El Ejecutivo proyecta estabilidad hasta la entrega del mando en noviembre, mientras analistas y ciudadanos enfrentan los efectos concretos de la escasez de combustibles y divisas.