Exministro boliviano en España denuncia persecución judicial del MAS
Hugo Carvajal, refugiado político desde 2009, exige un «debido proceso» para regresar a Bolivia. El exfuncionario, actualmente en Madrid, critica la injerencia del MAS en la justicia y advierte sobre la influencia persistente de Evo Morales.
«Un silpancho como puente con la patria»
Hugo Carvajal Donoso, exministro y diputado tarijeño, vive en España desde diciembre de 2009 bajo protección de la ONG ACCEM. «No eludo un proceso, quiero uno justo», declara, mientras su esposa sustenta a la familia vendiendo platos bolivianos en Madrid. Denuncia que el MAS, bajo Evo Morales, «convirtió al acusador en presidente y manipuló la justicia».
Reforma judicial y exilio
Carvajal reclama una «profunda reforma judicial» para garantizar independencia y permitir el retorno de «miles de exiliados». Señala que más de 200 personas siguen presas «injustamente» en Bolivia. Aunque valora la restauración democrática, advierte: «La democracia sin justicia independiente es incompleta».
Evo Morales: «Un peligro latente»
El exministro alerta que Morales «no está derrotado» y podría usar elecciones subnacionales para recuperar influencia: «Generará violencia e incertidumbre. Es un error pensar que su ciclo terminó».
Del silpancho a la consultoría: supervivencia en el exilio
La familia Carvajal se mantiene con venta de comida boliviana (16-17 euros por plato) y becas europeas. «Hemos trabajado de todo. No tenemos pensiones de privilegio», afirma. Pese a la estabilidad, su meta sigue siendo «volver con justicia digna y tribunales imparciales».
Una justicia que huele a parcialidad
Carvajal insiste en que su caso simboliza la politización de la justicia boliviana durante el MAS. Su exilio coincide con la migración forzada de opositores tras la crisis política de 2008-2009, cuando Morales consolidó el control sobre las instituciones.
El regreso pendiente
La demanda de Carvajal refleja un desafío clave para Bolivia: garantizar procesos judiciales independientes como condición para la reconciliación nacional. Su historia personal ilustra las secuelas del exilio político y la fragilidad institucional.