YPFB denuncia que el 50% del diésel se desvía a reventa ilegal
Armin Dorgathen revela que intermediarios acaparan la mitad del combustible. La escasez genera filas de días en estaciones y alerta por condiciones inhumanas. El problema afecta principalmente al diésel, según el presidente de la petrolera estatal.
«El negocio oculto tras las filas interminables»
El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, expuso que el 50% del diésel destinado a surtidores se desvía a reventa ilegal. «De 20.000 litros, solo 10.000 llegan al consumidor final; el resto lo venden intermediarios», afirmó. La Defensoría del Pueblo advirtió sobre la vulneración de derechos de conductores que esperan días en condiciones precarias.
El círculo vicioso del acopio
Dorgathen detalló que algunos transportistas almacenan hasta 5.000 litros y «solo dan vueltas a estaciones para revender». Las filas se concentran en puntos de YPFB porque «los choferes saben que allí siempre hay suministro», explicó. Dirigentes del sector reconocieron la existencia de asociados que priorizan el lucro sobre el transporte.
Un país en reserva
Bolivia arrastra desabastecimiento crónico de diésel, agudizado por la especulación. La demanda legal choca con un mercado paralelo que distorsiona la distribución y perjudica a usuarios finales. Las autoridades no han implementado medidas efectivas para frenar el desvío, pese a las denuncias recurrentes.
Tanques llenos, pero no para todos
La situación evidencia fallas estructurales en la cadena de suministro y controles. Mientras intermediarios aprovechan el sistema, ciudadanos y transportistas legales enfrentan esperas extenuantes. La Defensoría y YPFB coinciden en el diagnóstico, pero sin soluciones inmediatas.