La producción mundial de vino cae a su nivel más bajo desde 1961
La OIV reporta un descenso del 5% en la producción en 2024. Los extremos climáticos y cambios en el consumo reducen la oferta a 226 millones de hectolitros. Chile y Brasil destacan en calidad pese al contexto global adverso.
«Una crisis con sabor a cambio»
Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), la producción vitivinícola global es la más baja en 63 años. El informe del 15 de abril de 2025 atribuye la caída a «fenómenos meteorológicos extremos» y menor demanda. Brasil emerge como excepción, con sus espumantes ganando reconocimiento internacional.
Impacto en América Latina
Chile reportó una reducción en su superficie cultivada, según el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). En contraste, Brasil consolida su liderazgo gastronómico: albergará por primera vez el evento Latin America’s 50 Best Restaurants y su Moscatel Rosé fue premiado como «mejor espumante de la región».
Raíces de una vendimia escasa
La industria vitivinícola enfrenta presiones acumuladas desde 2020: sequías, heladas tardías y reconversión de viñedos. La OIV advirtió en 2023 sobre el efecto combinado del clima y nuevos hábitos de consumo, especialmente en mercados tradicionales como Europa.
El futuro se decanta en copas
Mientras la producción global se contrae, países como Brasil y México (con el tequila conquistando el 10% del mercado estadounidense) redefinen el panorama. La calidad latinoamericana gana terreno, aunque persisten desafíos estructurales para compensar las pérdidas mundiales.