Costa Rica crece un 3,4% en 2025 pero un millón de personas vive en pobreza
El 25% de la población no supera el umbral de pobreza pese al crecimiento económico y la reducción de deuda pública. La inflación baja en general, pero los alimentos básicos alcanzan precios récord. Datos oficiales revelan que el 40% de los trabajadores tiene empleos informales.
«Cifras macroeconómicas brillantes, vidas en apuros»
Costa Rica figura como país de altos ingresos según el Banco Mundial, con un desempleo e inflación bajos (cercana a cero en 2025). Sin embargo, la canasta básica alimentaria alcanzó su precio más alto en 14 años, y el alquiler en San José consume hasta el 100% del salario mínimo ($800 mensuales para trabajadores calificados).
La paradoja del crecimiento
Mientras la deuda pública cae y la economía crece un 3,4%, el 40% de la fuerza laboral subsiste en informalidad, sin seguridad ni ingresos estables. Los salarios no compensan el alza de alimentos y vivienda, según datos del banco central y la oficina de estadísticas costarricenses.
Entre el papel y el plato vacío
El país centroamericano repite un patrón de desarrollo desigual común en economías emergentes: indicadores macroeconómicos positivos ocultan precariedad cotidiana. Aunque importaciones baratas (como electrónicos) frenan la inflación general, los bienes esenciales subieron un 1,7% en el año.
Un espejismo con cifras oficiales
El informe destaca que el crecimiento beneficia desigualmente: familias destinan casi todo su ingreso a cubrir necesidades básicas, sin capacidad de ahorro. La reducción de deuda nacional no alivia a quienes enfrentan precios récord en alimentos o vivienda.
Sin margen para celebrar
La frustración ciudadana refleja que los éxitos macroeconómicos no garantizan bienestar generalizado. Costa Rica mantiene estabilidad fiscal, pero su población enfrenta brechas crecientes entre datos oficiales y realidad diaria.