Más de 20 mil bailarines honran a la Virgen de Urkupiña en Quillacollo
75 fraternidades folklóricas desfilaron en la tradicional entrada religiosa. La festividad, adelantada por las elecciones, combinó danzas, rituales ancestrales y devoción multitudinaria. Ocurrió este 9 de agosto en Cochabamba.
«La fe que se baila en colores y tradición»
La Entrada Folklórica, considerada la «Fiesta de la Integración», reunió a bailarines que recorrieron 4 kilómetros al ritmo de morenadas, caporales y diabladas. La procesión fue encabezada por la imagen de la Virgen, seguida de devotos que ingresaron al templo San Ildefonso de rodillas para dejar velas y oraciones.
Rituales y promesas
Los participantes danzaron como parte de promesas personales o tradiciones familiares, pidiendo salud, prosperidad o bienes materiales. «La danza es el corazón de esta devoción», destacó el cronista, mientras locales y extranjeros aplaudían las coreografías.
Calendario ajustado por las elecciones
La celebración, originalmente programada para el 15 de agosto, se adelantó para evitar coincidir con los comicios del 17 de agosto. Continuará hasta el 11 de agosto con la Misa Central, el encendido de velas y la peregrinación al cerro de Cota, donde los fieles realizan la ch’alla y extraen piedras simbólicas como «préstamos» de prosperidad.
Una devoción que traspasa generaciones
La festividad atrae a miles de bolivianos anuales a Quillacollo, consolidándose como una de las manifestaciones religiosas y culturales más importantes del país. Los rituales, como la danza o la extracción de piedras, reflejan una mezcla de sincretismo y tradiciones ancestrales.
Urkupiña: fe que se renueva
La celebración demuestra cómo la devoción mariana se entrelaza con la identidad cultural boliviana. Su impacto trasciende lo religioso, reforzando la cohesión social y el turismo en Cochabamba, sin perder su esencia ritual.