VTubers llenan conciertos con avatares virtuales y música anime
Artistas virtuales como Kou Mariya agotan entradas de hasta 180 dólares. El fenómeno, surgido en Japón, mezcla música en vivo con avatares digitales y fandom interactivo. Un reportaje desde el Vermont Theater de Hollywood revela claves de su éxito.
«Paramore, pero con Hayley Williams como chica anime»
Kou Mariya, una VTuber vampira de 6.669 años, lidera el mini-festival Fantastic Reality, donde ocho avatares cantan con banda en vivo. «No queremos que se sienta como algo virtual, sino como realidad mezclada», explica. Los fans corean y ondean varitas luminosas sincronizadas (60 dólares la unidad).
Fandom sin límites
Un asistente muestra un tatuaje del avatar de Mariya: «Es mi kami-oshi (diosa favorita)». La escena replica costumbres del J-pop, como stands de flores financiados por fans. «Vine para apoyar a mi oshi y compartir con gente que la sigue», confiesa otro espectador.
Kayfabe: cuando la fantasía es ley
La cultura VTuber opera bajo kayfabe, norma que prohíbe romper la ilusión del personaje. Preguntar «quién hay detrás» del avatar se considera inapropiado. «Existen como el dinero: porque todos acordamos creer», cita un libro académico japonés.
Negocio en expansión
La agencia Hololive facturó 140 millones en merchandising y actuó en el Dodger Stadium. Mariya, independiente, organizó su concierto reclutando colegas como Ironmouse (exrécord en suscriptores de Twitch).
De Yakuza virtuales a gorilas digitales
Los VTubers nacieron en Japón hace una década como streamers con avatares. Durante la pandemia, diversificaron contenidos: desde cocina hasta análisis criminal. Hoy, el 60% son chicas anime, pero también hay «exYakuza en pijama de prisión».
¿Humanos o IA? El debate que viene
Mariya rechaza la inteligencia artificial: «Nuestras canciones y diseños son humanos». Pero startups como la de Timbaland ya apuestan por artistas virtuales generados por IA. La industria prueba límites: Vshojo, agencia de Ironmouse, quebró tras acusaciones de retener donaciones a una fundación médica.