Economistas critican el discurso de Arce por el Bicentenario
Chávez y Ortuño califican el mensaje de «autocomplaciente» y alejado de la crisis económica. El presidente defendió el modelo del MAS sin autocrítica durante los actos del Bicentenario en Sucre. Expertos señalan que ignoró problemas como escasez de combustibles y desequilibrios fiscales.
«Un discurso para la autocomplacencia»
Los economistas Gonzalo Chávez y Armando Ortuño coincidieron en que el presidente Luis Arce «desaprovechó una oportunidad histórica» al centrar su mensaje en la defensa ideológica del MAS. «No fue el discurso de los 200 años, fue el de los 20 años del populismo», afirmó Chávez. Criticaron la falta de reconocimiento a problemas como las filas por alimentos, dólares o empleo.
La burbuja ideológica
Chávez señaló que Arce «vive en una burbuja ideológica» al atribuir la crisis solo a factores externos. Ortuño añadió que el mandatario minimizó problemas estructurales, como el colapso del sector hidrocarburos: «Bolivia dejó de ser una potencia gasífera y ahora importa energía».
Industrialización: ¿ficción o realidad?
Ambos expertos cuestionaron los avances en industrialización. Chávez denunció que proyectos como San Buenaventura o las plantas de litio «son una ficción propagandística» por su bajo rendimiento. Ortuño advirtió que el próximo gobierno heredará estos desafíos.
Un Bicentenario sin unidad
Ortuño lamentó que el discurso priorizara «una visión polarizante de la historia» en lugar de inspirar acuerdos. «Bolivia se construye con maestros, productores y familias, no solo con confrontaciones», subrayó Chávez. Ambos pidieron a la clase política honestidad y visión de futuro.
Dos siglos entre logros y fracturas
El mensaje se dio en un contexto de crisis económica con desabastecimiento de combustibles, presión inflacionaria y déficit fiscal. El Gobierno insiste en que estos problemas son coyunturales, pese a que analistas los atribuyen a políticas acumuladas desde la nacionalización de hidrocarburos en 2006.
Un futuro que requiere honestidad
Los economistas concluyeron que el país necesita líderes que «digan la verdad e inspiren unidad». La eficacia de las políticas actuales dependerá de su capacidad para resolver problemas estructurales, más allá de discursos ideológicos.