Bolivia registra récord agrícola pero caen reservas y aumenta el desempleo
El IBCE revela un crecimiento del 55% en ganadería frente a una inflación del 15,53%. El informe muestra avances en producción agropecuaria, pero con reservas internacionales en mínimos históricos y 194.016 desempleados urbanos. Los datos reflejan desequilibrios estructurales acumulados desde 2015.
«Cifras que pintan dos realidades»
El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) publicó su boletín «Bolivia en Cifras», con datos hasta junio de 2025. La producción agrícola y pecuaria marca récords, pero las Reservas Internacionales Netas (RIN) cayeron a 2.807 millones de dólares, un 80% menos que en 2015. La inflación acumulada ya supera el 15%, afectando el poder adquisitivo.
Reservas y empleo: la otra cara
Las RIN apenas cubren 2 meses de importaciones, según estándares internacionales. El desempleo urbano subió a 194.016 personas, concentrado en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz. El salario mínimo aumentó un 9%, pero la pobreza extrema sigue en el 23%, principalmente en zonas rurales.
El agro, un sector resiliente
La producción agrícola alcanzó 23 millones de toneladas, la más alta en una década. La carne de pollo creció a 579.764 toneladas y el hato bovino un 55%. Estos datos contrastan con el déficit comercial de 592 millones de dólares, que se arrastra desde 2023.
De superávits a déficits
Entre 2005 y 2014, Bolivia mantuvo superávits comerciales, con récords de 3.224 millones en 2012. Desde 2015, la tendencia se revirtió, con un punto crítico en 2016 (-1.437 millones). Aunque hubo una recuperación en 2021 (2.044 millones), los saldos negativos volvieron en 2023.
Crecimiento que no llega a todos
El PIB per cápita se estancó en 3.736 dólares y el índice de Gini (desigualdad) sigue en 0,43 desde 2019. El informe del IBCE advierte que los avances agrícolas no compensan los desequilibrios macroeconómicos, como la caída de reservas o el repunte inflacionario.
Un futuro incierto si no se actúa
Los datos reflejan una economía con sectores dinámicos, pero vulnerables a shocks externos. La combinación de reservas bajas, inflación alta y desempleo creciente exige medidas para evitar un mayor deterioro, según el análisis del IBCE.