Perú ratifica declaraciones de Boluarte que tildan a Bolivia de «país fallido»
El canciller peruano respaldó las polémicas palabras de su presidenta. El gobierno boliviano rechazó las afirmaciones, pero Perú mantiene su postura. La tensión diplomática surge en un contexto de baja popularidad de ambos mandatarios.
«Ni una coma cambiaré del discurso presidencial»
El canciller peruano, Elmer Schialer, afirmó que no modificará «ni una coma» del mensaje de Boluarte, pese al malestar generado. Adelantó reuniones con diplomáticos bolivianos para manejar la situación, pero descartó rectificaciones: «Haría mal en alterar el discurso de la presidenta».
Origen de la controversia
Boluarte usó el término «país fallido» para referirse a Bolivia, Cuba y Venezuela durante su mensaje por Fiestas Patrias (29 de julio). Justificó su distanciamiento de la izquierda para evitar, según ella, que Perú siguiera ese camino.
Bolivia responde con «enérgico rechazo»
El presidente Luis Arce calificó las declaraciones de «inadmisibles» y aseguró que no reflejan el sentir del pueblo peruano. La respuesta se dio a través de un comunicado en redes sociales, sin mencionar acciones concretas más allá del descontento.
Mandatarios en horas bajas
Arce y Boluarte son los presidentes menos populares de Sudamérica, según CB Opinión Pública. El boliviano enfrenta críticas por su gestión económica; la peruana, por su manejo de la seguridad. Ambos culminan sus mandatos en un clima de desaprobación.
Diplomacia bajo presión
El canciller Schialer mencionó gestiones con la encargada de negocios boliviana en Perú, Eva Chuquimia, y su homólogo Carlos Montoya. Sin embargo, insistió en que la postura peruana es firme y extendió el enfoque a Cuba y Venezuela, también mencionadas por Boluarte.
Palabras que dividen
El episodio refleja tensiones históricas en la región, donde calificativos como «país fallido» resuenan en debates políticos. Bolivia y Perú mantienen relaciones comerciales activas, pero con roces diplomáticos recurrentes.
Queda pendiente la calma
La controversia podría escalar si Bolivia exige una rectificación formal, aunque Perú ha cerrado esa puerta. El impacto en la ciudadanía dependerá de si afecta acuerdos binacionales o migratorios.