Europa impulsa una nueva operación de ayuda a Gaza por vía aérea
Alemania y la UE promueven una nueva Luftbrücke (puente aéreo) para Gaza. La medida, activada el 29 de julio de 2025, busca paliar la crisis humanitaria, aunque se considera menos eficaz que el transporte terrestre o un alto al fuego. La iniciativa enfrenta desafíos diplomáticos y logísticos.
«Un puente aéreo: solución temporal, no definitiva»
La Luftbrücke es «mejor que nada, pero insuficiente», según el análisis. Abastecer por tierra o lograr un cese de hostilidades sería más efectivo, pero la UE ha delegado históricamente en EE.UU. las negociaciones. Alemania participó en una operación similar en 2024, aunque critica la falta de avances diplomáticos.
Los límites de la ayuda
El abastecimiento aéreo no cubre las necesidades básicas de la población. Los Emiratos Árabes Unidos ya realizaron lanzamientos en el sur de Gaza, pero la logística es compleja. La UE debate sanciones a Israel, pero su impacto sería «marginal», dado el respaldo de EE.UU. y la fortaleza militar israelí.
El tablero geopolítico
Europa busca evitar tensiones sociales internas derivadas del conflicto, pero su influencia es limitada. Las decisiones clave dependen de la política interna israelí, con elecciones previstas para 2026. Alemania, además, depende de tecnología militar israelí, lo que complica su postura crítica.
Un conflicto enquistado
Gaza vive una crisis humanitaria recurrente desde hace años, agravada por bloqueos y conflictos armados. La comunidad internacional ha fracasado en imponer soluciones duraderas, como la creación de dos Estados o treguas permanentes. La Luftbrücke repite una medida de emergencia sin abordar las causas profundas.
Un gesto necesario, pero insuficiente
La operación alivia parcialmente la emergencia en Gaza, pero no resuelve el conflicto. La UE enfrenta el dilema de equilibrar presión diplomática y realpolitik, mientras la población civil sigue atrapada en la violencia. El puente aéreo es un parche, no una solución.