Las cigüeñas en Baden-Württemberg reducen su cría por falta de alimento
La sequía primaveral ha limitado el alimento para los polluelos, retrasando su desarrollo y forzando a los padres a abandonar a los más débiles. El NABU registra un aumento de casos este año, con diferencias regionales en el éxito reproductivo.
«Un verano difícil para las cigüeñas»
La escasez de lluvias desde febrero redujo a la mitad el alimento disponible (como lombrices e insectos), crucial para los polluelos, que necesitan hasta 1,6 kg diarios en sus primeras semanas. Muchos padres han expulsado a las crías más débiles para asegurar la supervivencia del resto, según el NABU.
Impacto en los centros de rescate
Las estaciones de aves, como la de Mössingen, han acogido más de 30 cigüeñas blancas este año. Algunas crías expulsadas, como una rescatada en Rastatt, logran recuperarse. «El ejemplar está sano y pronto volará», explicó Stefan Eisenbarth, experto del NABU.
Éxito reproductivo desigual
Mientras en el Alto Rin medio cada pareja crió 1,2 polluelos (mínimo para mantener la población), al norte de Karlsruhe la cifra fue de 2,1. En zonas como Pforzheim o Ludwigsburg, sin embargo, la reproducción no fue suficiente para sostener la población local.
De nidos vacíos a viajes inciertos
En agosto, los jóvenes abandonan los nidos y se agrupan antes de migrar. Algunas ya no viajan a África, quedándose en Oberschwaben (30%) o volando a Francia y norte de España. La app «Animal Tracker» permite seguir sus rutas.
Un vuelo contra reloj
La sequía, sumada al crecimiento poblacional de la especie en la región, ha tensionado los recursos. Aunque el balance final se conocerá a fin de año, el NABU alerta de que algunas zonas podrían ver disminuir sus cifras.
Las cigüeñas escriben su propia adaptación
El cambio en los patrones migratorios y la selección natural ante la escasez marcan esta temporada. Los datos definitivos dirán si la población logra estabilizarse pese a las adversidades climáticas.