Múnich rechaza imponer precios mínimos a Uber y Bolt
El gobierno local opta por negociar acuerdos voluntarios con las plataformas. La decisión, tomada el 29 de julio de 2025, generó protestas de taxistas y dividió a los partidos. El plan inicial proponía tarifas fijas para equilibrar la competencia con el sector tradicional.
«Un golpe para los taxis», según la oposición
El comité administrativo de Múnich aprobó por mayoría un cambio de estrategia impulsado por el SPD y la CSU, que pospone la imposición de precios mínimos. En su lugar, se buscarán pactos individuales con empresas como Uber y Bolt para regular tarifas y salarios antes de junio de 2026. «Si no hay acuerdo, volveremos a la propuesta original», advirtió la concejal Lena Odell (SPD).
Reacciones encontradas
Los taxistas, que protestaron con 300 personas frente al ayuntamiento, calificaron la medida como «una traición». Gregor Beiner, del gremio local, acusó al alcalde Dieter Reiter (SPD) de convertirse en «el alcalde de Uber». Por el contrario, Bolt celebró la apertura al diálogo, mientras Freenow (plataforma de taxis) criticó «la oportunidad perdida» de regular el mercado.
Antecedentes: un sector en tensión
Múnich registraba en abril 3.143 taxis y 541 vehículos de alquiler para servicios similares, aunque operan unos 1.800 diarios, muchos con licencias de áreas con controles más laxos. La polémica surge por la presión de los taxistas, que denuncian competencia desleal frente a plataformas con menores costes.
El debate sigue abierto
La decisión de Múnich contrasta con ciudades como Heidelberg, que implementará precios mínimos en agosto. Berlín y otras urbes alemanas evalúan medidas similares, mientras el conflicto entre modelos tradicionales y disruptivos se extiende.