Pareja conserva copos de nieve de la Antártida y el Ártico
Helene y Thomas Hoffmann han preservado más de 100 cristales de hielo tras expediciones polares. Desarrollaron un método único durante su estancia en la estación Neumayer III. Los ejemplares se exhiben en su proyecto «Cryosity».
«La nieve perfecta solo existe en el frío extremo»
El matrimonio recolectó copos en la Antártida y el Ártico, donde «las condiciones generan cristales más puros y detallados», explican. «En Alemania la nieve es demasiado gruesa», afirma Thomas, técnico naval. Helene, física climática, destaca que su técnica secreta de conservación mantiene la estructura intacta tras 48 horas de secado.
De expedición a colección
La idea nació durante su overwintering de 14 meses en la base Neumayer III, operada por el AWI. Thomas buscaba «un recuerdo tangible del continente blanco». Tras fracasar con adhesivos comunes, desarrollaron una fórmula con acrilato que captura el molde del cristal al derretirse.
«Cada copo es una obra efímera»
La colección incluye muestras de la expedición MOSAiC, donde el rompehielos Polarstern derivó meses en el Ártico. Las fotografías macro de los cristales se exhiben en su web, junto a posters científicos. «El contraste entre la imagen ampliada y el original sorprende», comenta Helene.
Un invierno que cambió todo
El proyecto surgió en 2018, cuando ambos trabajaban en investigación polar. Él como ingeniero, ella analizando núcleos de hielo. La estación Neumayer III, a -50°C, fue el laboratorio perfecto para probar métodos hasta lograr preservar la estructura hexagonal única de cada floco.
El arte de capturar lo invisible
Su trabajo combina ciencia y arte, revelando formas que el ojo humano raramente aprecia. La técnica, aunque perfeccionada en entornos extremos, ahora aplica también a nieve alpina. La colección sigue creciendo con cada expedición.