Mujer alemana cumple su sueño de ser madre soltera a los 48 años
Nadine Bode logró ser madre tras 20 tratamientos con donante anónimo. La jurista alemana optó por la inseminación artificial tras fracasar en sus relaciones. Su caso refleja el aumento de «Single Mothers by Choice» en Europa.
«Con hijo es aún más bonito de lo que imaginaba»
Nadine Bode, de 49 años, recurrió a 20 inseminaciones en el Centro de Fertilidad de Mainz antes de lograr su embarazo. «Lloré, chillé y reí de felicidad cuando la prueba fue positiva», relata sobre el nacimiento de su hijo Dari, ahora de 17 meses. Eligió el método natural sin FIV ni hormonas.
Un camino marcado por la perseverancia
La alemana renunció a varias relaciones porque sus parejas no querían hijos. «A los 45 decidí hacerlo sola», explica esta profesional que trabaja en marketing digital. Aunque tiene pareja actual, asume «la crianza y gastos en solitario», con ayuda ocasional de sus padres.
El auge de los tratamientos de fertilidad
Según el Registro Alemán de FIV, en 2023 se realizaron 131.000 ciclos de tratamiento (+3% anual). Sascha Tauchert, experto del registro, destaca que «1 de cada 6 parejas tiene dificultades para concebir naturalmente». Los casos de madres solteras por elección y parejas lesbianas crecen notablemente.
Barreras económicas y sociales
Bode no recibió ayudas públicas por su edad y estado civil. En Renania-Palatinado, la subvención media es de 680€ por ciclo, pero solo para parejas. Aunque su entorno celebró el nacimiento, recibió críticas en redes sociales por ser madre tardía.
Cuando la biología no coincide con los planes
En Alemania, los seguros cubren tratamientos hasta los 39 años. Bode, que guarda muestras para un posible segundo hijo, espera que su hijo conozca algún día al donante a través del registro nacional, que conserva los datos 110 años.
Una puerta que se abre con limitaciones
El caso ilustra los desafíos legales, económicos y médicos de la maternidad tardía. Mientras la tecnología reproductiva avanza, las políticas públicas y prejuicios sociales evolucionan a distinto ritmo.