Tailandia y Camboya mantienen frágil alto el fuego en su frontera
La tregua acordada el 29 de julio sigue vigente pese a denuncias de violaciones. El conflicto, mediado por Malasia y con presión de EE.UU., dejó cinco días de combates, civiles muertos y 200.000 desplazados. Ambos países planean reuniones de defensa la próxima semana.
«Silencio en la frontera, pero sin confianza»
Según Channel News Asia, no se han reportado nuevos bombardeos desde el inicio de la tregua. Sin embargo, Tailandia acusó a Camboya de atacar posiciones en Phu Makua con armas ligeras, lo que Phnom Penh niega categóricamente, advirtiendo que estas acusaciones «socavan el diálogo para la paz».
Mediación internacional
Los primeros ministros de ambos países acordaron el alto el fuego en reuniones mediadas por Malasia, con participación de EE.UU. y China. Donald Trump presionó activamente para lograr el cese de hostilidades, según fuentes diplomáticas. Malasia, actual presidenta de la ASEAN, coordinó las negociaciones.
Consecuencias humanitarias
Los combates previos a la tregua causaron muertos y heridos en ambos bandos, incluyendo civiles. Unos 200.000 residentes fronterizos fueron desplazados, y miles de trabajadores camboyanos en Tailandia regresaron a su país. Las autoridades aún no han proporcionado cifras oficiales de víctimas.
Un conflicto de décadas
La disputa territorial entre Tailandia y Camboya se remonta a los años 60, con episodios recurrentes de tensión. La zona fronteriza de 800 km incluye áreas en litigio cerca del templo Preah Vihear, aunque la causa exacta de esta escalada sigue sin aclararse. Ambos países se culpan mutuamente de iniciar los ataques.
Próximos pasos en Phnom Penh
Los ministros de Defensa de ambos países se reunirán en Camboya la próxima semana para consolidar la tregua y buscar soluciones permanentes. Mientras, militares de ambos lados confirmaron en un encuentro fronterizo que el alto el fuego se mantiene, pese a las denuncias cruzadas.