Transportistas operan al 50% por escasez de diésel y buscan importar combustible
Más de la mitad de los choferes están paralizados por falta de gasolina y diésel en Bolivia. Dirigentes negocian con empresarios para importar carburantes y exigen la salida de autoridades energéticas enjuiciadas. La crisis afecta al transporte público y de carga a nivel nacional.
«No hay subvención real, hay sobreprecios»
Reynaldo Luna, representante de transportistas de El Alto, confirmó que un consorcio privado podría importar combustible para abastecer al sector. «Se está trabajando para que llegue a nivel nacional», declaró. Las reuniones se extenderán a Santa Cruz y otras regiones, mientras coordinan con organizaciones sociales para presionar.
Críticas a las autoridades
Luna denunció que el ministro de Hidrocarburos y el presidente de YPFB enfrentan procesos penales por presunto daño económico. «¿Cómo trabajar con autoridades enjuiciadas?», cuestionó. Además, reveló sobreprecios en el transporte de cisternas y aseguró que las soluciones oficiales son «insuficientes».
Impacto en la economía
La paralización del 50% de los transportistas afecta a familias y la cadena logística. Los dirigentes descartan protestas inmediatas, pero advierten que las decisiones dependerán de futuras reuniones. Mientras, la escasez mantiene a vehículos en filas o inactivos.
Un mercado en sombras
La Confederación de Chóferes denunció previamente que vehículos indocumentados («chutos») agravan la escasez al comprar combustible sin control. La ANH y YPFB fueron señaladas por falta de fiscalización.
Combustible que no llega, economía que se frena
La crisis evidencia fallas estructurales en la gestión energética, con repercusiones directas en el transporte y la población. La solución dependerá de acuerdos con el sector privado y cambios institucionales.