Gobierno boliviano niega confirmación sobre presencia del Cártel de Jalisco
Autoridades investigan cargamento ilegal de mercurio incautado en Perú. El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, señaló que no hay datos verificados sobre el destino final ni vínculos con grupos criminales. La carga provenía de México y fue interceptada en el puerto del Callao.
«No podemos emitir criterio sin datos confirmados»
El ministro Ríos enfatizó que la FELCN colabora con México y Perú para determinar si el mercurio —4 toneladas valoradas hasta 2.000 dólares por kilo— estaba dirigido a Bolivia. «Vamos a pedir las informaciones correspondientes», declaró. Medios peruanos vincularon el cargamento al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Doble objetivo en la investigación
Las autoridades buscan confirmar el destino final del químico —usado en minería ilegal— e identificar a los posibles receptores. «En función de estos elementos podremos determinar alguna relación con organizaciones en el país», añadió Ríos. El mercurio viajaba en bolsas de 25 kilos, según reportes.
Un químico con sombra criminal
El mercurio es clave para la extracción de oro ilegal, actividad que ha crecido en la región. Su tráfico está asociado a redes transnacionales, como el CJNG, que operan en México y otros países de América Latina. Bolivia ha sido señalada como ruta de sustancias controladas en los últimos años.
Esperando las piezas del rompecabezas
La postura oficial es cautelosa hasta que se completen las indagaciones. La incautación en Perú reactivó alertas sobre el crimen organizado en la región, pero las autoridades bolivianas insisten en que no hay pruebas concluyentes sobre su presencia en el país.