Trabajadores de ZF protestan contra recortes que eliminarán 14.000 empleos
Miles de empleados del proveedor automotriz alemán ZF Friedrichshafen exigen frenar los despidos. Las manifestaciones ocurrieron este 29 de julio en varias ciudades, incluyendo Friedrichshafen, donde participaron 6.000 personas. La empresa planea eliminar el 25% de sus puestos en Alemania para 2028.
«No podemos permitir que arranquen el corazón de ZF»
Los sindicatos y el comité de empresa rechazan el nuevo plan de austeridad anunciado hace dos semanas, que incluye recortes salariales y posibles despidos. «Estamos peor que antes, no mejor», declaró Achim Dietrich, líder del comité de empresa. En Schweinfurt, 4.500 trabajadores se sumaron a las protestas, según la policía y el sindicato IG Metall.
La chispa del conflicto
La tensión aumentó cuando la dirección de ZF, liderada por Holger Klein, advirtió sobre medidas más drásticas para sanear la empresa, que registró pérdidas de más de mil millones de euros en 2024. Los empleados temen especialmente por el futuro de la división de motores («E-Division»), que incluye tecnología eléctrica e híbrida.
La industria automotriz alemana en crisis
ZF, al igual que sus competidores Bosch y Continental, sufre por la caída de pedidos y los altos costes de la transición a la electromovilidad. Un portavoz de la empresa reconoció la difícil situación, pero defendió que los recortes son «necesarios y selectivos» para salvar el máximo de empleos a largo plazo.
Cuando los números no cuadran
El proveedor, con sede en Friedrichshafen, intentó sin éxito reestructurarse con ayuda de la consultora McKinsey. Ahora evalúa vender o sacar a bolsa algunas divisiones. En Schweinfurt, donde 5.500 de sus 8.500 empleados trabajan en la «E-Division», los puestos están entre los más amenazados del país.
Un futuro incierto sobre ruedas
El éxito de las protestas dependerá de la respuesta de la dirección, que insiste en que la supervivencia de ZF requiere sacrificios. Mientras, los trabajadores exigen garantías para el núcleo del negocio y rechazan lo que consideran un desmantelamiento progresivo de la empresa.