Tafeln alemanas reorganizan su logística para distribuir alimentos
Necesitan 250.000 euros anuales para cubrir costes de transporte. Las organizaciones recogen ahora excedentes de productores en lugar de comercios. El cambio busca evitar el desperdicio de alimentos aptos pero mal etiquetados o dañados. La medida afecta a 40.000 beneficiarios en Sajonia-Anhalt.
«Una nueva dimensión en la lucha contra el hambre»
Las Tafeln (bancos de alimentos alemanes) han dejado de recolectar principalmente en comercios locales para enfocarse en productores nacionales. Según Kai Gerrit Bädje, presidente de la Tafel en Sajonia-Anhalt, «ahora rescatan alimentos con defectos de embalaje o etiquetado que antes se destruían». Esto exige transportar mercancía desde regiones como Baviera o Renania del Norte-Westfalia.
Logística bajo presión
Un acuerdo federal distribuye solo el 6% de los alimentos a Sajonia-Anhalt, donde operan 40.000 beneficiarios. Bädje insiste en que se necesitan transportes profesionales por la urgencia (muchos productos están cerca de su fecha de caducidad). Además, el reparto equilibrado es complejo: «No podemos dar solo pizzas o dulces».
El dilema de la financiación
El presupuesto actual del lander es de 40.000 euros anuales, cifra que La Izquierda califica de «insuficiente» (menos de 1€ por persona). Thomas Lippmann, vicepresidente del grupo parlamentario, exige «un aumento masivo». Bädje calcula que se requieren 250.000 euros al año para sostener la operativa.
De los supermercados a las fábricas
El modelo tradicional de recolectar excedentes de tiendas locales pierde fuelle. Las Tafeln priorizan ahora acuerdos con grandes productores, donde encuentran volúmenes mayores de alimentos descartados pero consumibles. El cambio refleja la adaptación a nuevas realidades en la cadena alimentaria.
Un puente entre el desperdicio y la necesidad
La eficacia del nuevo sistema dependerá de fondos para transporte y almacenamiento. Con 40.000 euros anuales, las Tafeln de Sajonia-Anhalt apenas cubren gastos básicos, mientras la demanda crece. El debate sobre financiación marca el futuro de esta red solidaria.